«Hacía mucho tiempo que un equipo no me daba una lección tan grande»
Sito Alonso, técnico del GBC, destacó la labor de sus jugadores por encima de todo: «Han hecho un trabajo increíble, han creído en sus posibilidades de principio a fin»
BORJA SANTAMARÍA
Lunes, 28 de abril 2014, 09:20
«Hacía muchísimo tiempo que un equipo no me daba una lección tan grande». Fue la primera frase de Sito Alonso en su rueda de prensa de ayer tras la enorme victoria de sus hombres ante el CAI Zaragoza. «Han hecho un trabajo increíble, han defendido de una manera excelente, han creído en sus posibilidades de principio a fin».
«Quizás no seremos conscientes de lo que han hecho hoy hasta que pasen dos o tres días y veamos nuestra realidad, que es entrenar con los problemas con los que vamos a entrenarnos, o que venga Valladolid y nos ponga en dificultades», continuó su exposición inicial. «Porque han dado un paso de gigante en la valoración individual de cada uno. Me habían ganado hace mucho tiempo con todas las dificultades que están pasando, y hoy me han dado una lección muy grande».
El GBC supo sobreponerse a todo tipo de dificultades, también cuando el CAI se puso a cuatro puntos. «Incluso cuando se ha puesto el partido complicado. Porque hay que ser realistas, y creo que era un poco irreal que nosotros pudiéramos repetir la gesta de Zaragoza de ganar de 25. En algún momento teníamos que tener un bajón físico y de acierto. Y cuando se nos han acercado, el equipo ha mantenido la calma y ha gestionado perfectamente lo que le ha hecho ganar, que es la defensa».
Sito enumeró a algunos de sus jugadores: a Doblas, a Huskic, a Motos, a Ramsdell, a Hanley... «Todos, porque cada uno ha hecho lo que sabe hacer. Y hay una cosa que no depende de ninguna cualidad técnica, el esfuerzo, y hoy lo han dado en cantidades... Pocas veces me asusto con eso porque es lo primero que demando, pero hoy me ha sorprendido cómo han sabido gestionar sus esfuerzos y sus emociones en un partido tan difícil».
También destacó la labor de Salgado. «No debe extrañar nadie. Ya me gustaría ver que alguien pudiera jugar tantos años en ACB con ese cuerpo. Es un privilegiado, tiene algo que no tienen los demás. Si no, no jugaría en ACB porque no mide ni 1,80, aunque él dice que sí. Lo que pasa es que tiene una cabeza, un control y una mano enormes. Ha jugado a un nivel muy grande. En lo táctico o técnico ha tenido mucha más importancia que el entrenador».