«Con mi pintura me considero un poco embajador de mi país»

Abdi Ami Omar lleva algo menos de un año residiendo en Hernani. En sus 41 años de vida cuenta con una larga e intensa experiencia vital que le ha llevado de su Sáhara natal a Cuba antes de llegar a España.

-¿En qué consiste la exposición que tiene abierta en los pasillos de Biteri?

-La hemos montado gracias a la colaboración del colectivo hernaniarra Amher-SOS Racismo. Gracias a ellos la exposición ha sido posible. Llevo cerca de un año en Hernani y siempre he querido hacer una exposición, pero lamentablemente hasta ahora no ha sido posible. La sala estaba ocupada en los próximos dos años y gracias a Amher se me ha dado la posibilidad de, por lo menos, exponer en el pasillo de la Casa de Cultura.

-La temática que utiliza es la referida a la vida saharaui.

-Yo trato de reflejar lo que es la vida saharaui tanto en los campamentos de refugiados que están en Argelia como en la otra parte, que está bajo la ocupación marroquí. Se trata de reflejar la vida y tradición saharaui a través de la pintura.

-Hay mucho colorido, mucha luz.

-Cualquier artista siempre debe tener un sello que le diferencia del resto. Yo estoy buscando la manera de que mi sello sea el colorido. Aunque me salte un poco la realidad, le doy más colorido.

-¿Se trata de obras de reciente creación?

-Sí, la verdad es que las obras son muy recientes. Llevo unos dos o tres meses trabajando en los cuadros.

-La primera vez que expone en Hernani.

-Sí, es también la primera en el País Vasco. En España he hecho ya varias. Una en la Universidad de Salamanca, en Badajoz, Jaén, Getafe, Ávila, Villamayor, Huelva...

-Trabaja sólo pintura...

-Sí, pero también abstracto. El problema es que lo abstracto tiene un público muy limitado, ya que muchos no lo entienden. Cuando eres un artista novato sueles explotar la parte más realista.

-¿Cuándo comenzó a pintar?

-Desde que aprendí que uno más uno son dos. Llevo toda la vida.

-¿Ha cambiado esa forma de pintar tras salir de África?

-No, por que a mí me encanta mi tradición, paisajes... me considero como un embajador de mi país en el extranjero.

-¿Actualmente dónde reside?

-En Hernani.

-¿Hace mucho tiempo?

-No, apenas llevo once meses aquí.

-Es saharaui, ¿cómo terminó en Hernani?

-Por desgracia estoy acostumbrado a vivir alejado de mi familia. Estuve 17 años en Cuba. En ese tiempo vi a mi familia una sola vez y fue después de 13 años. Mi padre está en la zona ocupada por Marruecos y mi madre en la argelina.

-¿Cuál es la situación actual de los campamentos?

-Una situación muy aburrida, muy triste, en resumen muy gris. Debido a que las partes que tienen que ver con el problema saharaui no tienen interés ni intención en que se resuelva el problema. Francia, España y Estados Unidos. Este último está cambiando su actitud a mejor en los últimos años. Pero el que no cambia es España. Le encanta vender sus colonias. Estuve en Cuba y antes de retirarse de Cuba España la vendió a EE UU. Igual fue en el caso de Filipinas. Con nosotros pasó algo parecido, nos vendió a Marruecos y Mauritania. Tiene gusto por vender las colonias.

-Entienden que España debería hacer mucho más para solucionar el problema.

-Exactamente. Administrativamente pertenecíamos a España. Marruecos es como si fuera un landrón, ha encontrado una casa vacía, ha entrado, pero es ilegal. Está explotando y beneficiándose de los recursos, pero su presencia es ilegal.

-¿Que expectativas tiene de cara al futuro?

-El ser humano por naturaleza siempre es optimista, nunca se pierde la esperanza. Los árabes estuvieron en la península ibérica 800 años y al final han salido. Nosotros tenemos toda la paciencia del mundo, aunque esperemos no llegar a esos 800 años.

-¿Acude con asiduidad a los campamentos de refugiados?

-Ahora voy más a la parte marroquí, a El Aaiún, donde reside mi padre. Tengo 41 años y he estado 38 años sin ver a mi padre. Hace poco le volví a ver. Cuando yo era niño fuimos a la tierra argelina para pedir refugio. El Sáhara se dividió por un muro. Separa la tierra argelina de la parte ocupada por Marruecos y mi padre no pudo salir. Cada uno está a un lado del muro.

-¿Se viven auténticos dramas familiares?

-Como el mío hay cientos de casos. No soy el único que tiene la familia dividida. Muchos saharauis tienen una situación parecida.

¿Qué tal en Hernani?

-Aquí en el País Vasco siempre somos muy bien recibidos. La gente es más solidaria y nos entiende. Está muy al tanto de lo que sucede allí.