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Gesalibar. Nerea Altuna e Idurre Aranguren en su vivero ecológico, donde producen más de mil variedades hortícolas.

Terapia hortícola con EkoUdalatx

Idurre Aranguren y Nerea Altuna levantan un vivero de 800 metros en Aita Menni

KEPA OLIDEN

Domingo, 9 de abril 2017, 01:26

Las arrasatearras Nerea Altuna e Idurre Aranguren llevan tres años al frente del vivero EkoUdalatx. Iniciaron la producción de su plantel ecológico certificado en el barrio bergararra de Ubera, y este año han trasladado su actividad a Gesalibar. El hospital Aita Menni les ha cedido una parcela en los jardines que posee no lejos del río Aramaio, frente a la iglesia de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.

En este terreno han levantado un amplio y luminoso invernadero de 800 metros cuadrados y construido en policarbonato que constituye el corazón de su proyecto empresarial. La inversión, aseguran, «ha sido muy grande» y fue posible «gracias a las ayudas para jóvenes agricultores» concedidas por el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Este amparo oficial ha sido determinante para que Nerea e Idurre se hayan embarcado en este vivero-semillero que produce «un millar de variedades hortícolas, medio centenar de variedades de plantas curativas y aromáticas, una veintena de variedades de frutos rojos, flores...».

El espacioso vivero de EkoUdalatx se complementa con maquinaria y otras dependencias, como almacén, oficina y hasta dispone de un 'hotel de insectos'. Se trata de una hábitat para reproducir insectos beneficiosos; un elemento sencillo con el que «controlaremos las plagas de nuestro huerto o jardín». Los insectos beneficiosos son aquellos que se alimentan de las plagas habituales que solemos tener en el jardín y en el huerto. De esta manera, «lograremos acabar de manera natural con las plagas de las cochinillas, pulgón, mosca blanca...»

Entre los insectos beneficiosos podemos encontrar los siguientes: avispas, mariquitas, abejas, escarabajos, arañas, lombrices... En EkoUdalatx «tenemos abejas o bombus polenizadoras» explican Nerea e Idurre.

Proyecto Ereiaro

La relación de Nerea e Idurre con el hospital Aita Menni se remonta a 2014, mucho antes de que EkoUdalatx se mudara al Hospital Aita Menni. Ya entonces «atendíamos las consultas e instruíamos en horticultura y jardinería» a los monitores que conducen el programa de huertas terapéutica del centro. Donde los pacientes de Aita Menni 'cultivan' su rehabilitación cuidando de los huertos que acondicionaba el hospital. Así, los enfermos mentales tienen la oportunidad de completar su proceso de rehabilitación a través de la agricultura, favoreciendo el desarrollo de actitudes que contribuyan a su integración social y laboral.

La colaboración entre EkoUdalatx y Aita Menni se estrecharía aún más con el desembarco este año del vivero de Nerea e Idurre en Gesalibar, y finalmente fructificaría en el proyecto Ereiaro.

El vivero ecológico EkoUdalatx, a cambio del espacio que le ha cedido gratuitamente Aita Menni, colabora con el hospital psiquiátrico en un proyecto de horticultura terapéutica y ocupacional dirigido a la rehabilitación de enfermos mentales.

«Nosotras instruíamos y formábamos a los monitores y pacientes del Servicio de Rehabilitación de Aita Menni, al tiempo que les suministramos nuestro plantel hortícola ecológico», resumen Nerea e Idurre.

Los pacientes «vienen al vivero a hacer diferentes trabajos de vez en cuando, pero su lugar para experimentar está en Ereiaro», es decir, en el taller de horticultura terapéutica que comprende una huerta exterior de 60 metros cuadrados y un invernadero-túnel de 84. Es allí, en estas huertas localizadas en el exterior del vivero de EkoUdalatx, donde las verduras y las explicaciones de Idurre y Nerea habrán de dar fruto con el buen hacer de los pacientes del hospital.

Para la venta

El proyecto Ereiaro prevé que los pacientes de Aita Menni cultiven todo tipo de hortalizas y hierbas aromáticas y curativas con una finalidad terapéutica incluyendo la comercialización de esos productos. Y es que la terapia de los enfermos irá más allá de darle a la azada. Participarán de todo el proceso de producción, desde que se siembra hasta que el producto sale a la venta, en función de sus capacidades.

Para ello, el hospital ha habilitado un espacio comercial para que aprendan a comercializar los productos y a relacionarse con posibles compradores. Asimismo, tendrán la oportunidad de vender sus creaciones en mercados y ferias locales.

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