San Martzial, una fiesta sin competencia

La romería de San Martzial volvió a demostrar que no tiene rival entre los festejos locales porque fueron miles los que disfrutaron de la jornada completa en las campas o de una visita. Con una temperatura veraniega pero sin grandes sofocos, cada rincón de las arboledas del parque natural estaba sembrado de cuadrillas y familias bien provistas de viandas y bebida.

El alcalde y buena parte de la corporación acompañaron la subida de 'gurdi' con la kupela de vino, que partió a las 10.00 horas de la Plaza, y también hubo presencia de corporativos en la soka dantza tras la misa. Las ediles jeltzales Izaskun Labaien y Maite Agirre participaron en la exhibición, incluida la pieza en solitario de Izaskun, y entre los hombres Aiert Lizarralde, de Irabazi, estuvo en el corro y bailó ante el numeroso público congregado en el anfiteatro natural.

Bolos, canciones populares, txingas, sokatira y otras citas tradicionales fueron cumplimentadas en un paisaje festivo que varía muy poco en décadas. La única novedad, la multitudinaria trainera popular que denunció el cierre de Arrano Taberna y Artatse Elkartea después de los dantzaris. La romería se desarrolló sin incidencias que destacar, según apuntaban desde la Policía Municipal. Los que arrendaron las mesas al consistorio tienen para recuperar la fianza del 9 al 15 de julio, ambos inclusive, en el Kultur Etxe, de 18.00 a 20.00 horas.