Centenario para conocer a Simón Arrieta

Como esbozó Elkoroberezibar, «es un artista querido y recordado por todos en Bergara. Un pintor reconocido que, voluntariamente, prefirió no alejarse de su Bergara natal» y al que atribuyó el mérito, «aparte de su valor pictórico, en sí, muy importante, de haber multiplicado esa afición, abriendo su estudio a tantos jóvenes de esta localidad. Simón Arrieta no sólo enseñó a pintar, sino que enseñó a enseñar a pintar, convirtiéndose así muchos de sus discípulos en maestros, dando de esa manera continuidad a la Escuela Bergaresa de pintura».

Un año cargado de citas

Serán doce meses centrados en analizar la obra y el autor desde distintas ópticas, como apuntó Elkoroberezibar, responsable del libro en euskera y castellano que analizará al creador y al vecino. «Por suerte viven muchos de los que le conocieron, que vamos a entrevistar porque queremos mostrar, además del reconocido prestigio con el pincel, a la persona que definen como un gran amigo de sus amigos».

A continuación ofreció unas pinceladas biográficas. «Nació en Bergara el 9 de febrero de 1915. Tras su paso por la Escuela de Formación Profesional y de iniciarse en la pintura en el estudio de Eustaquio Aguirreolea, completó sus estudios en Madrid con Valentín Zubiaurre. Tuvo la ocasión de conocer al pintor eibarrés Ignacio Zuloaga y llegó a ser uno de sus discípulos. En sus estancias en Madrid y París estudió las obras de Velázquez y los impresionistas», y como quinto del 36 se vio afectado por el conflicto bélico. «Durante la Guerra Civil estuvo preso en el Batallón de Trabajadores. Destinado en el servicio militar a Mallorca, obtiene mención de honor en el primer Salón de Primavera organizado por el Círculo de Bellas Artes en Palma de Mallorca».

En la vida de Arrieta siempre sale a relucir la etapa madrileña y su regreso a Bergara. «En 1950 se desplazó a Madrid con su familia. La exposición que celebró en 1952 en la Sala Minerva de Madrid tuvo un rotundo éxito, llegando a vender todos los cuadros y recibiendo muchos encargos. No obstante, en 1953 Simón decidió volver a su pueblo natal. Desde entonces y hasta su muerte el 12 de febrero de 1969 Simón participó activamente en la vida cultural bergaresa y ayudó y enseñó a los nuevos artistas locales».

Los cuatro pilares

El trabajo realizado y pendiente recae sobre las espaldas de una comisión creada en Beart integrada por De Pedro, Azkargorta, Aranzabal, Azkarate, Arrillaga y Altuna, como apuntó Luis Laskurain, miembro de la misma y discípulo del maestro. «Los eventos se sustentarán en cuatro pilares, que son un inventario de la obra, exposiciones, el libro que se presentará en septiembre, y la difusión de las propuestas y del personaje».

En marcha está la creación de un catálogo de la obra Arrieta, en muchos casos dispersa por el prestigio de su firma, con fotografías y una ficha. El compendio terminará colgado en la web municipal. Ahora mismo para aquellos que dispongan de lienzos con esta firma, se ha habilitado el correo beart.elkartea@gmail.com para que se puedan incluir esos cuadros en la relación.

Dos grandes exposiciones antológicas están en cartera. En noviembre en la sala Aroztegi y como aperitivo esperan montar la misma en octubre en el donostiarra Koldo Mitxelena.

En la relación de eventos ya el 16 de enero la colectiva de Beart estará dedica a este creador. La cascada de propuestas seguirá con mesas redondas, 'Cuadro forum' reuniones abiertas para análisis de expertos y aficionados de determinados cuadros, «esperamos realizar cuatro», dedicatoria a Simón de los concursos pictóricos, suma de otros colectivos culturales o el concierto que ofrecerá la Banda el 13 de febrero. Bajo el título 'Concierto no escuchado', interpretará las piezas de la audición a la que iba a acudir Simón en 1969 y al que no pudo ir porque enfermó, fue ingresado y a los pocos días fallecía el 12 de febrero.