Canto y espacio bellos
EMECÉ
Lunes, 31 de agosto 2009, 03:13
Es bueno y saludable que el espacio reinante dentro de caserío Zabalaga -con tanto mino creado por Eduardo Chillida y su otro yo, Pilar Belzunce- albergue no solo obras de arte material del genial escultor, sino también obras de arte espiritual como son la que con su canto ofreció ayer el contratenor vitoriano Carlos Mena, no ajeno al pétreo granito y al curado leño que son guardeses de tan mágico espacio.
Fue un concierto que, salvo la pincelada del romanticismo esencial de Liszt, estuvo enmarcado por autores modernistas del siglo XX, en su especial visión de la música contemporánea (digerible y armónica).
Vaugan-Williams es autor por el que, en los últimos tiempos, la tesitura vocal de contratenor siente una especial predilección y en este caso Mena, nos dejó un especial regusto de expresivo refinamiento en (Tres canciones de Shakespeare), con una dicción perfecta del inglés. Precioso el soneto , musicado por Liszt.
Sobre su admirado Bernaola puso especial gravedad a la compleja obra titulada . Con Erkoreka, en , demostró que su voz está preparada para determinadas incursiones en terrenos de acreditada languidez expresiva. Resultó significativa su buena técnica de impostación con de Escudero.
Susana García de Salazar estuvo en el plano discreto donde siempre se asientan los buenos pianistas acompañantes y segura en su sólo con las tres de Guridi.