Familiares de presos exigen un debate en ETA para terminar con el terrorismo
Dicen, en un acto en Francia, que la violencia «es hoy contraproducente en Euskal Herria». 'Txelis' y Pikabea reivindican en una nueva carta «un polo soberanista por vías políticas»
MANU RUEDA
Lunes, 29 de diciembre 2008, 02:35
DV. El movimiento de desobediencia civil vascofrancés Demo (Demokrazia Euskal Herriarentzat) reunió ayer en Mugerre a más de 150 familiares y amigos de presos de ETA en una comida popular para subrayar que la lucha armada «hoy en Euskal Herria es contraproducente» para la causa del independentismo vasco. En un gesto inédito, esta plataforma quiso hacer patente el debate interno que se está produciendo en las cárceles y en todos los ámbitos de la izquierda abertzale sobre la necesidad de configurar un polo soberanista que apueste exclusivamente «por vías políticas» y el final de la violencia terrorista.
Los organizadores quisieron homenajear a los presos etarras disidentes José Luis Álvarez Santacristina, 'Txelis', Kepa Pikabea, Joseba Urrosolo Sistiaga y Carmen Gisasola, que han abogado por el abandono de las armas y se han desmarcado del EPPK (colectivo de reclusos de ETA). Con su iniciativa, Demo pretendía difundir el mensaje expresado en los últimos meses por los internos críticos con los métodos de la organización, al tiempo que denunciaron los intentos de aislamiento que se han producido contra estos reclusos. El acto celebrado ayer iba a tener lugar el pasado día 14, pero los promotores lo pospusieron al coincidir con una convocatoria de la asociación de familiares de presos de ETA Etxerat. Fue la jornada en que el Movimiento Pro Amnistía compareció en Usurbil junto a un centenar de ex etarras con un mensaje ortodoxo en busca del cierre de filas.
Como el IRA
El portavoz de Demo, Antton Harinordoki, reivindicó el final de la política penitenciaria que aplican los gobiernos español y francés para acabar con el alejamiento y la dispersión de los presos. A su entender, el acercamiento y la reunificación de los reclusos favorecería el debate interno y contribuiría «al final de la violencia», como ocurrió con el IRA en Irlanda del norte. «Pedimos respeto a las opiniones diferentes y el derecho a la autocrítica», apostilló.
A los postres, se celebró un sencillo acto político que incluyó la lectura de una carta redactada para la ocasión por 'Txelis' y Pikabea desde la cárcel de Logroño, con profundo calado político. El texto, leído por la compañera de Pikabea, Maite Goizueta, denunciaba que en «Euskal Herria se está imponiendo, de nuevo, el bloqueo político y el trágico binomio violencia-represión, con el sufrimiento, frustración y sentimiento de agria resignación que esta situación acarrea».
La misiva insta a actuar para acabar con el actual ciclo de violencia. «No podemos estar callados ni quietos ante esta situación. Si queremos salir de esta loca espiral tenemos que reivindicar el respeto de todos los derechos humanos, sin excepción», escriben los reclusos. Para ello, proponen impulsar «un amplio polo soberanista» que apueste exclusivamente «por vías políticas civiles».
Harinordoki calificó la convocatoria de Mugerre como «un primer paso» para romper el inmovilismo estratégico y fomentar un debate que «algunos todavía no se atreven a expresarlo en público». El portavoz emplazó a todas las sensibilidades de la izquierda abertzale a defender la autodeterminación y territorialidad de forma pacífica y unida.
Finalmente, este colectivo hizo un llamamiento a los asistentes a participar en la manifestación que para el próximo 3 de enero ha organizado Etxerat en Bilbao a favor de los derechos de los presos de ETA y en contra de la política penitenciaria.