Comparaciones

No sé si se habrán enterado ustedes de que Barack Obama ha sido elegido presidente de los Estados Unidos de América. No es, como dicen, el primer presidente de color norteamericano, el primero ha sido George W. Bush, al que todo el mundo le ha puesto verde. Hay un optimista grupo político «progre» que equipara a Barack Hussein Obama con José Luis Rodríguez Zapatero; será en la estatura física, porque en altura política me parece que le llega al tobillo. Entre otras cosas, a aquél no le creo capaz de quedarse intencionadamente sentado al paso de la bandera de España como éste lo hizo al paso solemne de la bandera de las barras y estrellas. En lo que los ingleses llaman no digamos, si Zapatero pudiera hacer puré de almortas con el Partido Popular no esperaría un segundo, ya lo intenta cada día. Zapatero saca pecho y le ofrece su apoyo incondicional como si fuera Hércules ayudando al enano saltarín. Pero sí que hay algo en lo que le ganamos a Norteamérica: allí tienen un presidente, aquí tenemos nada menos que 17, ¡hala!, de los que algunos atajan la crisis económica en la que estamos inmersos, colocando primeras piedras en lugar de inaugurar últimas piedras. En fin, bienvenido mister Obama, yo le deseo suerte y mucho éxito en su gestión, para bien de la América del Norte y de paso para el resto del mundo.