La fusión que viene
Los presidentes de Kutxa y BBK han puesto toda la carne en el asador para impulsar una integración de las dos cajas, sin cerrar la puerta en el futuro a la Vital
PILAR ARANGUREN
Domingo, 7 de septiembre 2008, 04:06
DV. «Si no puede ser a tres, lo haremos a dos». Con esta firme convicción los presidentes de Kutxa y de la BBK decidieron impulsar a mediados de julio una fusión entre las dos entidades y dejar atrás los reiterados intentos de integrar las tres cajas vascas. La Vital quedaría así momentáneamente fuera de juego, aunque tendría las puertas abiertas a una incorporación posterior.
La idea se ha ido trabajando desde entonces en los despachos de las dos entidades a marchas forzadas, ya que los dos presidentes, Xabier Iturbe y Xabier de Irala, no quieren que el proceso de su puesta en marcha se alargue más allá de finales de año. De hecho, pretenden poner el contador a cero en enero de 2009, para que a lo largo de dicho ejercicio se consolide la fusión.
Una integración que es más sencilla que la fusión a tres, ya que no requiere un cambio de la Ley de Cajas Vascas, en la medida en que las dos entidades tienen una dimensión más pareja.
Con todo, hay que modificar los estatutos de las dos cajas, lo que tiene que ser aprobado por dos tercios de los compromisarios de sus respectivas Asambleas. Una cuestión que se planteará en octubre.
Y ante esta premura, los dirigentes de ambas entidades se han dado de plazo este mes para recabar los apoyos necesarios. Mientras tanto, prefieren no pronunciarse oficialmente al respecto, y se limitan a señalar que mientras no haya el consenso necesario no se puede hablar de fusión.
El proyecto cuenta con el beneplácito del Gobierno Vasco y de la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, quienes entienden el mensaje lanzado por los dos dirigentes sobre la necesidad de ganar en tamaño para ser más competitivos, máxime en un contexto de crisis económica y financiera.
Este argumento económico que nadie discute ni discutía tampoco en el proyecto de fusión a tres ha estado sin embargo relegado al ostracismo ante el que provoca cualquier intento de unión de las cajas vascas, sea a tres bandas o a dos.
Primer intento en 2005
Y es que el proyecto de crear una gran caja vasca se remonta oficialmente a 2005. En julio de dicho año se conoció que los presidente de la BBK, Kutxa y Vital habían pactado una fusión. Se plasmaba así algo que se intuía desde 2003, cuando Xabier de Irala tomó posesión de su cargo en la BBK. Irala llegó con la vitola de ser el encargado de impulsar dicho proyecto, aunque él lo negaba.
Pero ese primer intento de llevarlo a cabo fracasó. La clave estaba en la Caja Vital. La posición favorable al proyecto de su presidente, Gregorio Rojo, chocaba con los intereses partidistas, primero del PP y luego del PSE. El rechazo frontal del PP llevó al PSE a congelar el proyecto en octubre de dicho año ante el temor de que le pasara factura en las urnas en Álava.
En octubre del año pasado, el Partido Socialista volvió a frenar un nuevo intento en protesta por la decisión de Ibarretxe de convocar una consulta soberanista. Finalmente, en abril de este año, tras la victoria de Zapatero, el PSE decidió mantener congelada la fusión hasta las próximas elecciones autonómicas, que tendrán lugar en marzo de 2009.
Tanto tropiezo no ha hecho, sin embargo, desistir del proyecto a los presidentes de Kutxa y BBK, que comparten además del nombre un enorme entusiamo por llevar adelante la fusión. Gregorio Rojo, que se ha encontrado con las manos atadas, no quiso desvelar este viernes en Donostia su posición, aunque dijo que está a favor de «un proyecto económico para el desarrollo de este país.