La Mancomunidad consigue 1.000 adhesiones al quinto contenedor en quince días

En poco más de quince días, la Mancomunidad de Debarrena ha conseguido 994 adhesiones más a la utilización del quinto contenedor (marrón ) de basuras después de anunciarse la aplicación de un 20 por ciento de recargo a los usuarios que no separen el residuo orgánico. Nada más darse a conocer la campaña, el número de contribuyentes que se han inscrito para depositar estos últimos residuos ha sumado, en quince días, un total cercano a mil. La implantación del contenedor marrón forma parte de la apuesta que ha hecho la Mancomunidad de «para incrementar las tasas de reciclaje, reutilización y valorización de residuos en la comarca», una iniciativa «importante y oportuna», en palabras de su presidente Arcadio Benítez. De ahí, que el número de personas apuntadas para llevar a cabo el depósito de residuos orgánicos pasase de una media de 32%, con diferente repercusión, según municipios, a cerca de 42%, en este momento.

Entre los objetivos de la Mancomunidad es lograr un 60 % de adhesiones al quinto contenedor, con lo que se espera que en próximas semanas las adhesiones sigan subiendo, «porque en el caso que no reciclen verán incrementado el recibo de basura un 20%. Estamos planteando un sistema voluntario, de compromiso y sobre todo limpio».

Menos costes

La apuesta por el quinto contenedor se sustenta en: la generación de compost para crear abono de calidad; la reducción del volumen de materia que se deposita en los vertederos y el ahorro del coste del depósito (142 euros/tn de la fracción resto del residuo frente a 72 euros/tn del que deposita en el quinto contenedor), lo que redundaría en unos costes de explotación también menores para la Mancomunidad. «Este aspecto es muy esencial. Cuando más ciudadanos estén apuntados se reduce también el dinero que nos cobra en la recogida el Consorcio de Residuos GHK».En base a los estudios que ha realizado la Diputación, un 43 por ciento de la basura domiciliaria se trata de residuos orgánicos, con lo que existe un margen amplio, para poder avanzar en las tasas de reciclaje. Por ello, esta apuesta pivota en la responsabilidad y el compromiso ciudadano. «Pedimos la colaboración de los vecinos y nos hemos reunido con los hosteleros y comercios para tratar de contar con más adhesiones, para que esta apuesta sea un éxito», expresó Benítez.

Esta medida se verá acompañada, a partir del día 1 de enero, de un cambio en las llaves que se utiliza para abrir el contenedor marrón y depositar en él los desechos de tipo orgánico.

Así, la Mancomunidad incorporará este chip que va a dar lugar a la retirada de las llaves y su sustitución por una tarjeta magnética que habrá que utilizar cada vez que se vaya a depositar este tipo de basura. Por medio de esta tarjeta quedará verificado mejor si la persona adherida utiliza el contenedor.