«A la Reina Madre le gustaba el gin-tonic con mucha ginebra y poca tónica»

La Reina Madre tomaba el gin-tonic de aperitivo, «con mucha ginebra, poca tónica, abundante hielo y vaso corto: como si fuera un Dry Martini». Y quien se lo preparó durante casi dos años en el hotel Ritz de Londres es Alfred Romagosa, ahora un clásico de la gastronomía de Barcelona. Romagosa mostrará hoy cómo hace sus gin-tonics en el acto inaugural de San Sebastián Gastronomika, en el Kursaal.

Romagosa es en la actualidad socio y jefe de sala de Fermí Puig en el nuevo restaurante que el chef catalán ha abierto en Barcelona. Durante años los dos estuvieron al frente del Drolma, el mítico restaurante del hotel Majestic. «Ahora hemos pasado de cardenales a rectores de parroquia», dice con humor este pujante profesional: la carta del nuevo Fermí Puig es más ajustada de precios, «pero estamos encantados de cómo nos va desde que abrimos el pasado mes de junio».

La mesa 9

Pero hablemos del gin-tonic. «En 1996 fui a trabajar a Londres en un hotel de la cadena Savoy, y tras diversos avatares terminé de segundo maitre en el Ritz. Allí me pilló en 1997 la muerte de la princesa Diana. La familia real tenía permanentemente reservada una mesa en el restaurante del hotel, la mesa 9. Y casi todos los meses, como mínimo, venía a comer la Reina Madre», recuerda Romagosa.

«Era divertido: venía precedida de un secretario que, al entrar en el salón, golpeaba el suelo con su bastón y anunciaba: 'señoras y señores, la Reina Madre'. Y todos los clientes que llenaban el comedor, hasta 150 personas, se levantaban». La figura real pedía siempre su gin-tonic de aperitivo, «y luego ya seguía comiendo con el combinado».

¿Cuál es la fórmula secreta de Romagosa que tanto gustaba a la Reina Madre, y que llevaba a la dama a solicitar que fuera siempre el catalán quien preparara el combinado? «Era un gin-tonic al estilo Dry Martini: en vaso corto, primero mojaba bien los hielos con ginebra; luego, con los hielos bien perfumados del alcohol, quitaba esa ginebra y servía más. Y al final, la tónica, pero en dosis pequeña».

Así durante dos años. Romagosa luego volvió a Barcelona y continuó su carrera profesional en la ciudad catalana. Sigue haciendo buenos gin-tonic, pero ya de manera más tradicional. «Y perfumando antes siempre el hielo con ginebra, eso sí».

Romagosa preparará hoy a mediodía los combinados al término de la jornada popular de San Sebastián Gastronomika en la sala de cámara del Kursaal. Todos los que hayan seguido las ponencias de la mañana podrán degustar el preparado del maitre barcelonés, que se queda en el congreso donostiarra hasta el martes. Como remarcan desde la organización del congreso, «además de autor de los gin-tonics de la Madre Real, es un maitre de primera fila».