Sociedad

Vivir en una microcasa

El prestigioso arquitecto Renzo Piano diseña una vivienda de ocho metros cuadrados desmontable, sostenible y preparada para dos personas

P. E. DE LOS MONTEROS

Miércoles, 7 de agosto 2013, 09:48

No es ni celda, ni un baño público, ni un laboratorio, ni un puesto de vigilancia, aunque por sus dimensiones podría serlo. Es 'Diogene', una sencilla vivienda desmontable, transportable, autosuficiente y sostenible que lleva la firma del prestigioso arquitecto italiano Renzo Piano. Este novedoso habitáculo ha sido presentado en el Museo del Diseño de Vitra (una empresa de muebles), situado en el sur de Alemania y donde comparte recinto con, entre otras obras, una estación de bomberos diseñada por Zaha Hadid, una sala de conferencias de Tadao Ando y una parada de autobús de Jasper Morrison.

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Diógenes fue un filósofo griego al que le sobraban los bienes del mundo, así que optó por vivir dentro de un tonel. De aquí ha sacado Piano la inspiración y el nombre para bautizar su microcasa, un proyecto en el que trabaja desde que era estudiante. No es el primer arquitecto fascinado con esta idea -desde la época de los romanos hasta Le Corbusier-, pero no deja de ser irónico que un arquitecto grandioso como Piano -ganador del Pritzker en 1998 y responsable de faraónicos proyectos, como el centro Pompidou y el aeropuerto internacional de Osaka-, esté fascinado viendo su prototipo convertido en realidad, que el próximo año será puesto a la venta por la empresa Vitra en tres modelos diferentes.

'Diogene' (Diógenes en italiano) cuenta en miniatura con lo esencial para que puedan vivir hasta dos personas: minicocina, minibaño, sofá cama y mesa plegable. Y dos usos, para día y para noche. Con un perfecto aislamiento térmico, forrada de madera en su interior y revestida de aluminio en el exterior, grandes ventanales y cubierta a dos aguas, desmontable por completo para ser trasladada, en remolque de coche o en helicóptero.

De ocho metros cuadrados (2,5x3), todo en ella es muy simple e incluso podía haber sido diseñada por un niño. Todo menos la enorme tecnología y el 'know how' que oculta en su interior: casi diez años de investigación y la intervención del más completo equipo tecnológico, el del maestro italiano, junto con su estudio y la compañía Vitra.

«No hemos pensado en un tipo de gente especial para esta casa. Pero sí para uno o dos habitantes, en busca del silencio. Se trata de sentir la naturaleza, protegido y en relación permanente. Un lugar donde pensar, leer, trabajar. Debería servir como cuarto de invitados en el jardín, para pasar las vacaciones de tres días en un acantilado, un taller, laboratorio de trabajo o un grupo de bungalows de un hotel», afirma Susana Scarabicchi, arquitecta del equipo de Piano.

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La vivienda cuenta además con un sistema de reciclado del agua de lluvia, aislamiento, generación de calor por células solares, energía fotovoltaica y recuperación y limpieza de aguas.

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