«Bildu nos lleva cincuenta años atrás, cuando la basura llenaba las aceras»

«El panorama es desolador». Así valora el exdiputado foral de Medio Ambiente, Carlos Ormazabal (PNV), la situación de los residuos en Gipuzkoa, un año después de que Bildu alcanzara el Gobierno foral y el control del Consorcio. Ormazabal recorre Gipuzkoa dando charlas sobre el problema. Asegura que los ciudadanos «están en contra del puerta a puerta, pero Bildu quiere imponer este sistema sin atender a la opinión mayoritaria».

-Hace un año que usted dejó de ser diputado de Medio Ambiente. ¿Cómo valora los hechos acontecidos sobre la gestión de residuos?

- El panorama es absolutamente desolador. No se ha hecho nada. Todas las medidas de prevención y reciclaje han caído en saco roto. Bildu únicamente habla de la recogida de la basura, del puerta a puerta, pero no aporta ninguna solución integral. Un año después de su llegada al Gobierno, los guipuzcoanos desconocemos qué quieren hacer.

- ¿Qué escenario vislumbra?

- Si Bildu no varía de postura, vamos a retroceder cincuenta años, con la basura de nuevo en las aceras. Solo cambia que ahora colocan 'txintxilikarios', colgadores donde dejar la basura. Nos quieren obligar a bajar cada día un tipo de residuo, que estemos identificados en los postes mediante un código... Estamos ante una especie de dictadura de la basura, atentan contra nuestra intimidad y condicionan nuestros hábitos . El retroceso de cincuenta años también afectará al sistema de cierre, ya que con su plan seguirán siendo necesarios los vertederos. Además, vamos a pagar precios de oro por exportar residuos.

- Usted recorre Gipuzkoa dando charlas sobre el problema de los residuos. ¿Cuál es su valoración?

- Los ciudadanos no apoyan el puerta a puerta y los proyectos que van contra la opinión mayoritaria suelen acabar mal. Cuando estaban en la oposición, Bildu decía que había que dar la palabra a los ciudadanos. Ahora, sin embargo, están imponiendo el PaP. Creen que ganar las elecciones les da patente de corso, pero lo cierto es que en su programa electoral no decían claramente que iban a instalar el PaP. En localidades como Zarautz u Ormaiztegi se están recogiendo más firmas contra el PaP que votos recibieron los partidos gobernantes. Han pasado de estar en la trinchera de la oposición a atrincherarse en el gobierno. Llevamos camino de soportar una dictadura en el tema de las basuras.

- ¿La moratoria que pactó el PNV con Bildu no está sirviendo precisamente para desmontar el Plan de Residuos que usted impulsó?

- El andamiaje podían haberlo desmontado sin necesidad de moratoria. El acuerdo para suspender durante seis meses el plan en vigor pretende obligar a Bildu a que demuestre a los guipuzcoanos que disponen de un plan alternativo. Que nos expliquen qué quieren hacer con los residuos. Ahora se sienten presionados, las fechas se echan encima (el 30 de junio se termina el plazo) y no han hecho nada. La función del recién creado consejo asesor no es otra que vestir su ineficacia.

- El PNV firmó el acuerdo presupuestario bajo la premisa de que Bildu aceptaba que la última palabra en la gestión de los residuos la tiene las Juntas, pero la coalición interpreta que reside en el Consorcio. ¿Se sienten engañados?

- Nos sorprende que hayan trasladado la responsabilidad a las instituciones que controlan, es decir, a las mancomunidades y al Consorcio. Donde no tienen mayoría absoluta, no plantean nada, como es el caso de las Juntas o del Ayuntamiento de San Sebastián. Es el 'o conmigo o contra mí'.

- Luego se sienten engañados.

- Queremos ver cuál es el planteamiento que ponen sobre la mesa.

- ¿Y si el 30 de junio Bildu sigue defendiendo que la entidad competente es el Consorcio?

- Activaremos todos los mecanismos para que se cumpla la legalidad, es decir, el Plan de Residuos en vigor, que tiene rango de norma foral. Y, además, pondremos en marcha otras acciones encaminadas a volver a situar en su cauce una solución que contaba con una financiación y un calendario. La escasa trayectoria democrática de Bildu no les permite reconocer aquellas instituciones que no controlan.

- ¿A qué se refiere cuando dice que el PNV pondrá en marchas 'otras acciones'? Llevan meses amagando, pero ¿presentarán una moción de censura al diputado general, pedirán la reprobación del diputado de Medio Ambiente...?

- Si no se cumple lo acordado, el PNV se va a sentir engañado. En poco o en nada se podrá contar con el PNV en los próximos años si se incumple un acuerdo que está por escrito. ¿A qué acciones nos referimos? Pueden ser judiciales y no descartamos otras. Este plazo de seis meses está sirviendo para que los guipuzcoanos se den cuenta de que Bildu gobierna desde la improvisación y el desconocimiento. Y, donde tiene la mayoría absoluta, cambia la participación por la imposición. Todavía mantengo una pequeña esperanza de que alguien dentro de la izquierda abertzale reconduzca esta cuestión.

- ¿Está abierta la posibilidad de una moción de censura a Garitano o una reprobación a Alduntzin?

- Tendremos que valorar las responsabilidades de cada uno en esta farsa.

- ¿Si se sienten engañados, Bildu se puede olvidar de que el PNV le permita aprobar los presupuestos del resto de la legislatura?

- Puede ser. Tenemos un acuerdo presupuestario que se basa en que no destruyan lo que habíamos construido en las legislaturas pasadas y en que expongan su plan. Sigo siendo moderadamente optimista. En el caso de los peajes, hemos visto en la izquierda abertzale un baño de realismo.

- ¿Se arrepiente de la firma de la moratoria?

- No. Ha permitido que todavía estemos a tiempo de lograr un acuerdo. Sin este aplazamiento, probablemente el Plan de Residuos estaría totalmente desterrado.

- Le falta poco: la obra está parada, el BEI ha cerrado el crédito, el plan urbanístico suspendido, el gerente destituido, el letrado se ha ido, Bizkaia ya no recibe nuestra basura... ¿Que más queda por desmontar, bajo la cobertura de la moratoria que el PNV firmó?

- El PNV no tomará medidas antes de que concluya el plazo. No estamos por la labor de alimentar el victimismo que tan bien utilizan.

- El PSE propone al PNV tomar el control del Consorcio de Residuos, previo acuerdo para desbancar a Bildu de los ayuntamientos. ¿Recoge el guante?

- Elorza en la pasada legislatura cedió el gobierno de la Mancomunidad de San Marcos a los grupos que están en contra del Plan de Residuos. En esta legislatura, Bildu y el PSE se han intercambiado cromos en la Mancomunidad del Añarbe y en la de San Marcos. El PSE no puede venir dándonos lecciones, cuando han sido parte del problema.

- A Bildu se le achaca que carece de un plan, pero en junio presentarán una alternativa a la incineradora: plantas de biometanización y de tratamiento mecánico-biológico. ¿Opina que es viable?

- La planta de biometanización prevista en Zubieta no se puede ni empezar a valorar. Ha sido el propio Consorcio el que ha paralizado el planeamiento. Se están echando piedras a su propio tejado. Por lo que respecta al tratamiento mecánico-biológico, se trata de instalaciones que no cierran el ciclo, de ellas sale un combustible. La UE dice que este tipo de material debe ser incinerado. Bildu se empeña en oponerse a la incineración, un sistema asumido en los países con más tradición ecológica, como Austria, Alemania, Finlandia o Suecia.

- Bildu dice que la UE rechaza la incineración y apoya el reciclaje.

- La UE no rechaza en absoluto la incineración, es más, financia estas plantas a través del Banco Europeo de Inversiones, como hizo en nuestro caso. Cabe recordar que la UE ha propuesto tres ciudades como candidatas al premio Capital Verde Europea 2014: Bristol, Copenhague y Frankfurt. Dos de ellas tienen incineradora y la tercera una planta de tratamiento mecánico-biológico cuyo material resultante se envía como combustible a Holanda para incinerar. Bildu utiliza sesgadamente lo que dice la UE.

- En todo caso, es absolutamente lícito que Bildu presente un plan alternativo.

- Efectivamente, pero tiene que pasar por las Juntas Generales y lograr allí el visto bueno. Existe una planificación vigente. Nosotros fuimos capaces de llegar a acuerdos, ellos no. Todo indica que van a presentar algo para salir del paso.

- ¿Vamos a un choque de legitimidades: Juntas-Consorcio, Parlamento-Mancomunidades?

- La legalidad vigente es la que es y la haremos cumplir. Lo único que han hecho es poner un problema donde había una solución. Son incapaces de presentar un plan viable y, además, van a llevar al Consorcio a la quiebra. No lo decimos nosotros, lo señala una auditoría. Habrá que pagar indemnizaciones brutales a las empresas adjudicatarias y todo ello para volver al punto de partida y tener que pedir más dinero para hacer otro proyecto. Pero el desastre no para ahí. ¿Alguien puede cuantificar el desprestigio que supone para la Diputación de Gipuzkoa el incumplimiento de los contratos con el BEI?