Los residuos llaman a la puerta
La Mancomunidad aguarda a la planta compostadora de Epele para implantar el PaP. Estudian implantar la recogida puerta a puerta en más de una localidad a la vez a partir de 2013
KEPA OLIDEN
Domingo, 4 de diciembre 2011, 13:14
Publicidad
¿Cómo reciclar el máximo posible? El debate ciudadano en torno al sistema que mejores resultados brinda se caldea en el Alto Deba a medida que la Mancomunidad avanza en sus planes de extender el sistema Puerta a Puerta (PaP) por toda la comarca. Para ello esgrimen los excelentes resultados que el PaP arroja Antzuola, en contraposición con los «pésimos» datos cosechados por el quinto contenedor (marrón) en Aretxabaleta.
La recogida selectiva mediante contenedores, con la experiencia de Aretxabaleta a la cabeza, o el puerta a puerta imperante en Antzuola, centran un debate que Josu Pereda, desde la comisión de medioambiente de la Mancomunidad, zanjaba de plano: «los contenedores alimentan la incineradora, no el reciclaje». A juicio de esta responsable de la Mancomunidad, la supuesta confrontación entre los modelos encarnados por el quinto contenedor (Aretxabaleta) y el PaP (Antzuola) «es completamente falso y artificial, porque sus objetivos son antitéticos: o alimentar la incineradora o reciclar».
Hoy por hoy, el 70 por ciento de los residuos urbanos generados en el Alto Deba (28.000 toneladas en 2010) se gestionan como basura o rechazo, bien a través de vertedero o, en un hipotético futuro, mediante su incineración. «Con el PaP -prometía Pereda- esa basura o rechazado se reducirá a sólo un 10 por ciento». Es decir, que decrecería de las actuales 19.600 toneladas a 2.800 toneladas.
Con estas premisas trabajan los responsables de la Mancomunidad que planean implantar el PaP en el Alto Deba. Aún no hay fechas concretas, pero el proceso no comenzará antes de la entrada en funcionamiento de la planta compostadora proyectada en Epele, y cuya finalización no se espera antes de 2013. A partir de entonces, el PaP podría extenderse «a varios municipios a la vez» avanzaba Pereda.
Publicidad
Datos de recogida
Los datos facilitados por los servicios técnicos de la Mancomunidad avalan las previsiones que manejan los nuevos responsables de la Mancomunidad en favor del PaP. Así, el quinto contenedor de Aretxabaleta, con 6.810 habitantes, recogió de marzo a octubre de 2011 una media de 6.235 toneladas al mes de materia orgánica. En el mismo periodo, el recién implantado PaP de Antzuola, con 2.186 habitantes, registró una media de 13.903 toneladas al mes.
Desde que en 1984 se inaugurara el servicio de recogida selectiva de vidrio, la Mancomunidad ha ido incorporando los de papel y cartón (1992) y envases ligeros (1999). Pese a los años transcurridos, el volumen de reciclaje sigue estancado «en torno al 30-35 por ciento, eso en el mejor de los casos y con Aretxabaleta a la cabeza». Ni las reiteradas campañas informativas, ni las continuas apelaciones a la responsabilidad ciudadana han logrado elevar el nivel de reciclaje por encima de esa cifra. Al parecer, todavía son muchos los ciudadanos que «ni se molestan en separar los residuos domésticos para depositarlos en el contenedor correspondiente», indican desde el área de gestión de residuos de la Mancomunidad. Y aun así, el Alto Deba presenta unas cifras de reciclaje «comparativamente altas». Pero esto no impide a los técnicos de la Mancomunidad declarar «fracasada» la recogida selectiva mediante contenedores.
Publicidad
El concejal arrasatearra de Bildu Josu Pereda, miembro de la comisión de medioambiente de la Mancomunidad, es un firme defensor del PaP. Un sistema que «exige el compromiso de los ciudadanos y obtiene una resultados mucho mejores». La basura es un «problema que incumbe a todos y cada uno de los ciudadanos que la generamos, y por eso requiere del compromiso activo de todos. Que nadie piense que su responsabilidad termina cuando deposita la bolsa de basura en el contenedor» advierte.
El PaP, según Pereda, «incrementa el nivel de reciclaje hasta llegar a un 85-90 por ciento; en el caso de Antzuola, ronda el 92 por ciento». La fracción de rechazo restante rondaría entonces un 10-15 por ciento. Es decir, entre tres y seis mil toneladas de rechazo que Pereda no concreta cómo se gestionarían.
Publicidad
En ningún caso serán pasto de la incineradora proyectada en Zubieta. Una infraestructura que Pereda criticaba con dureza por su «desorbitado costo -«alrededor de 400 millones de euros»- y por sus «emisiones contaminantes».
Además, a juicio de Pereda «apostar a la vez por el reciclaje y la incineración es «una contradicción, porque la incineradora requiere de grandes volúmenes de basura, y el reciclaje la dejaría sin combustible».
Publicidad
Semestre crucial
La 'amenaza' de la incineradora de Zubieta es el aguijón que espolea la implantación de PaP en el Alto Deba. Los corporativos de Bildu que administran la comarca están convencidos de que cuanto antes se instaure el PaP «menos justificación habrá para su construcción». Por eso, el primer trimestre de 2012 va a ser «clave» en este proceso.
Pero este objetivo dependerá de otros proyectos previos, como la construcción de la planta compostadora de Epele. Esta infraestructura estaba ya prevista en los planes forales junto con una planta de transferencia que reemplazará al obsoleto centro de Akei.
Noticia Patrocinada
A falta de la planta compostadora de Epele, que tendrá capacidad para 5.000 toneladas de materia orgánica compostable al año, «no hay ahora mismo dónde depositar los residuos orgánicos». La planta experimental de Lapatx, en Azpeitia, proyectada para 3.500 toneladas al año, trabaja al doble de su capacidad procesando toda la materia orgánica de las localidades que disponen de PaP o del quinto contenedor. En estas condiciones, la Mancomunidad del Alto Deba ahora mismo no está en condiciones de implantar el PaP ni siquiera en Elgeta.
La futura planta de compostaje de Epele resulta por tanto vital para la expansión del PaP por toda la comarca, y «su capacidad está diseñada a la medida para gestionar toda la materia orgánica del Alto Deba». Según Pereda, la construcción de esta infraestructura podría comenzar en 2012 y finalizar en el plazo de poco más de un año.
Publicidad
Josu Pereda ve perfectamente viable y factible extender el PaP a todos los municipios del Alto Deba. Con el ejemplo de Hernani como referente equiparable a Mondragón tanto en población como en características urbanísticas, ni siquiera concentraciones residenciales como el barrio de San Andrés, con rascacielos de hasta 60 viviendas, constituyen un obstáculo a los planes de la Mancomunidad, «si cuenta con la colaboración ciudadana necesaria» precisaba Pereda. Y para colocar los colgadores donde depositar los residuos «siempre existen puntos discretos y apropiados, incluso en el caso de un bloque con 60 viviendas» aseguraba.
Precisamente, la ubicación y el número de colgadores a instalar constituye uno de las tareas cruciales del PaP. Administración y ciudadanos deberán consensuar una distribución acorde con las características arquitectónicas, las necesidades de recogida y el interés de los ciudadano. Decía Pereda que en Usurbil se optó por colocar un colgador por portal, y que en Antzuola, con el objetivo de minimizar los costes, pidieron instalar los colgadores en los puntos aproximados donde antes se hallaban los contenedores. «Transcurridos ocho meses algunos, arrepentidos, han solicitado un colgador frente al portal tras constatar que no es tan sucio ni tan maloliente como en un primer momento temían».
Publicidad
Boicot
El rigor y el compromiso ciudadano que exige el PaP podría chocar con la nula colaboración de ciudadanos poco inclinados al reciclaje o directamente contrarios a este sistema. No hay que olvidar que el PaP exige depositar cada día y en el horario establecido el residuo correspondiente: orgánico, envases ligeros o cartón-papel, todos ellos debidamente separados (el vidrio se sigue recogiendo mediante contenedor selectivo) y depositándolo siempre en el colgador asignado a cada domicilio y en el día y horario establecidos.
Ante eventuales actitudes «inconscientes y poco cívicas», los responsables de la Mancomunidad observan la necesidad de promulgar unas ordenanza para el funcionamiento del servicio de recogida de residuos urbanos.
Publicidad
Desde la Mancomunidad han señalado que también habrá 'zanahorias' en forma de bonificaciones fiscales para promover el autocompostaje. Josu Pereda hacía hincapié en los planes para fomentar el compostaje doméstico entre todos los hogares que puedan hacerlo por disponer de huerta o jardín. Y esto «incluiría también a urbanización con zona verde privada, como por ejemplo las casas de Cerrajera de Arrasate» apuntaba Pereda.
Las bonificaciones en los casos de autocompostaje podría rondar «hasta un 40 por ciento de la tasa de basuras».
La Mancomunidad planea distribuir el año que viene «alrededor de 2000 compostadoras, pero antes confeccionará una lista para identificar a las viviendas, comunidades o domicilios con capacidad para el autocompostaje», e incluso podría «contratar a un inspector-educador para enseñarles y para hacer seguimiento» de esta red de autocompostadores.
Del mismo modo, Pereda avanzó que la Mancomunidad estudiará «de forma individualizada las necesidades de empresas, comercios, colegios... al objeto de atender de la mejor manera la gestión y recogida de residuos, para proporcionar un servicio a la medida de las necesidades de estas actividades».
Precisamente, uno de los aspectos más sensibles del PaP es el relativo a su costo.
A este respecto, Pereda resumía los requisitos para su implantación en el Alto Deba a: 40-45 trabajadores y una flota de 14 camiones nuevos. En la actualidad hay una treintena de trabajadores, entre funcionarios de la Mancomunidad y operarios de FCC, encargados de la gestión de residuos, y «toda la actual flota de camiones está para la chatarra» apostillaba el edil de Bildu.
Publicidad
Por otro lado, la Mancomunidad aún no ha decidido si la futura gestión de residuos PaP se realizará a través de «gestión directa, con personal contratado, o mediante la adjudicación del servicio a una subcontrata». El representante de medio ambiente de la comarca explicó que los ayuntamientos de Usurbil, Hernani y Oiartzun «han impulsado la constitución de una empresa, denominada Garbitania, que se encarga de la recogida en dichas localidades».
Costes del PaP
Y con respecto a los costes de la gestión puerta a puerta, Pereda reconocía que la «aunque la recogida PaP resulte algo más cara que el sistema convencional, el coste final total es similar ya que los gastos de tratamiento (compostaje) son menores, y se obtienen mayores ingresos por la venta de materiales reciclables (al recoger más cantidad de estos)».
Pero ese costo «tiene también su vertiente positiva con la creación de puestos de trabajo, algo tan deseado por la ciudadanía».
Al contrario que la incineradora proyectada en Zubieta, que generaría 7 puestos para una inversión de 400 millones, en el caso de PaP de Debagoiena, al requerir más mano de obra, se crearían puestos de trabajo 'verdes' relacionados con la conservación del medio ambiente» aseguraba Pereda.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión