Las diez noticias clave de la jornada
Loiola. La travesía de Loiola, antigua carretera a Hernani, se convertirá en un paseo urbano cuando el vial pase a ser de titularidad municipal. :: MICHELENA
SAN SEBASTIÁN

Añorga y Loiola serán un boulevard

Movilidad se marca como retos transformar la N-I y la carretera GI-131 en paseos urbanos. La posibilidad de un nuevo acceso de la A-8 en Marrutxipi vuelve a estar en la agenda municipal, además de la eliminación del viaducto de Carlos I

AINGERU MUNGUÍA

Domingo, 16 de octubre 2011, 12:06

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Si la legislatura pasada fue la de los parkings y los puentes, la presente será la de la transformación de las carreteras de acceso a la ciudad en boulevares urbanos. La conversión de la N-I a su paso por Añorga y la travesía de Loiola en calles con sólo un carril en cada sentido, pasos de cebra, árboles, bidegorris y semáforos será uno de los grandes retos de los próximos años en materia de Movilidad. Además, vuelve a estar sobre el tapete la realización de un 'pinchazo' en la variante a la altura de Marrutxipi, una posibilidad que acarician todas las fuerzas políticas pero que dependerá de las disponibilidades presupuestarias de la Diputación. Como también lo será, la eliminación del viaducto de Carlos I.

La renovación de los gobiernos municipal y foral obligaba a cuestionarse por cuál sería la agenda en materia de Movilidad que le aguardaba a la ciudad en la presente legislatura. Bildu ha asumido el control de los dos ejecutivos, lo que lleva a pensar dos cosas: primero, que habrá sintonía en cuanto a qué hacer y no hacer, y, segundo, que existirá solidaridad entre los dos ejecutivos. Es decir, que ninguno se planteará pisar los callos del otro. Esto se ha visto ya con el caso de la eliminación del viaducto de Carlos I. La Diputación ha preguntado al Ayuntamiento si este proyecto es importante y ante la respuesta positiva se ha puesto a la tarea. La institución foral ha acabado con el concurso de proyectos para trazar las alternativas viarias, iniciado en el anterior mandato, y ha encargado el trabajo a los propios técnicos forales. Este estudio deberá determinar si la eliminación del viaducto de Carlos I se puede hacer sin construir ninguna nueva salida y entrada de Amara a la variante o si es necesario poner en marcha algún nuevo vial.

El Ayuntamiento cree que es posible llevar adelante la primera opción. Lo piensa el Departamento de Movilidad y también grupos como el PSE y el PP. La puesta en funcionamiento del enlace A-8-Hospitales-Martutene y la penetración de la Autovía del Urumea hasta el paseo Bizkaia son la respuesta a la pregunta de por dónde iríamos si cegáramos la entrada y salida de Carlos I. Desde la puesta en funcionamiento del quinto y sexto puentes, Movilidad orienta a los conductores a utilizar esta salida de la ciudad, por la margen derecha del Urumea. Quieren acostumbrar a los conductores a no llegar a Pío XII-Carlos I para salir de la ciudad y, según los datos que se aportan en este reportaje, lo están consiguiendo.

Quienes plantean la eliminación sin más del acceso de Carlos I creen que ello no colapsar la entrada a la ciudad por la Autovía del Urumea, pero obviamente eso es lo que tiene que estudiar la Diputación. Otro argumento de peso es que sería la opción más barata, al no exigir la construcción de viales alternativos bien por el Alto de Errondo, bien de conexión entre el paseo Errondo y los actuales túneles. El proyecto de Carlos I permitirá convertir esta avenida, hoy partida por una autopista, en un boulevard urbano, con semáforos, paseos, zonas verdes, y, lo que es más importante desde el punto de vista de la movilidad, con nuevas posibilidades de circulación entre Mutualidades y Amara Osinaga.

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Otra de las alternativas que se plantea el Departamento de Movilidad es hacer un 'pinchazo', un nuevo acceso a la variante, en Riberas de Loiola. Esta opción, que se vinculó esta semana a la hipótesis de construcción de la estación de autobuses en Riberas, también dejaría el camino despejado para 'boulevarizar' o peatonalizar Carlos I.

Definitivamente, va a ser la legislatura de los boulevares. Si Carlos I cambiará, lo que ocurrirá en Añorga será una auténtica revolución. Bildu ha tomado el relevo de las actuaciones que ya estaban en marcha y ha comenzado a trabajar en la reversión de la antigua N-I al municipio. Una comisión técnica Diputación-Ayuntamiento celebró la semana pasada una primera reunión. Con la entrada en funcionamiento del segundo cinturón viario de San Sebastián y la Autovía del Urumea, la antigua N-I muere hoy funcionalmente en Lasarte. Se trata ahora de que también lo haga urbanísticamente. Los cuatro carriles a su paso por Añorga dejan de tener sentido. El desdoblamiento de las vías de Euskotren y la regeneración ambiental de la regata de Añorga, dos grandes obras ahora en ejecución, terminan de completar este cambio de fisonomía que para este barrio será total. Esta semana se han dado pasos en el Ayuntamiento que demuestran el compromiso de Bildu con esta megaoperación que se viene fraguando desde hace años. El gobierno municipal ha dado la licencia para que, según el convenio firmado por todas las partes implicadas -la Agencia Vasca del Agua, Diputación, Cementos Rezola y Ayuntamiento-, se construya un nuevo edificio de 33 viviendas libres que servirá para realojar a las 17 familias que viven hoy en las viejas casas que se levantan junto a la fábrica y que serán demolidas para conducir por estos terrenos y a cielo abierto la regata de Añorga. Esta intervención incluye la construcción, ya iniciada, de una nueva rotonda en la N-I que generará un acceso más cómodo y racional para los camiones de Rezola a la fábrica, que ya no tendrán que pasar por la zona central del barrio.

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Es sólo el primer paso de la gran transformación que supondrá convertir la antigua N-I en una avenida con solo un carril en cada sentido, cruces, semáforos, árboles y zonas transitables por peatones y bicicletas. «Va a ser una de las grandes transformaciones de la ciudad y podría culminarse esta legislatura», afirma el concejal de Movilidad Jon Albizu. Quedan por definir varios asuntos. Primero, qué modalidad de reversión se va a poner en práctica. Una alternativa es que la Diputación acometa el proyecto al ser aún una carretera foral. La segunda opción es que transfiera al Ayuntamiento la carretera con una dotación económica para su transformación posterior.

La segunda cuestión es qué tipo de urbanización se pretende, cómo será ese nuevo boulevard. En la legislatura pasada se puso en marcha un proceso de participación en el que los vecinos empezaron a realizar aportaciones a un proyecto inicial, que contempla dos bidegorris: uno por la actual vía del Topo, que quedará en desuso con la entrada en funcionamiento del desdoblamiento ahora en ejecución, y otro a construir junto al paseo que se trace a nivel de la calzada, en la acera por donde se ha encauzado la regata. Este nuevo boulevard ofrecerá unas posibilidades de comunicación peatonales y ciclistas enormes al barrio al enlazar con Lasarte y, a través del nuevo Lore Toki, con Hernani.

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Carretera a Hernani

El proyecto de boulevarización de Añorga está mucho más avanzado que el de la GI-131 a su paso por Loiola-Martutene. Pero la reversión de la antigua carretera a Hernani es algo que importa y mucho a los vecinos. En el proceso participativo puesto en marcha por el alcalde, Juan Karlos Izagirre, la cuestión ha estado muy presente. Una de las claves de cómo se reformará esta carretera, que hoy ha perdido su importancia vial ante la entrada en funcionamiento de la Autovía del Urumea, es el desarrollo urbanístico de Txomin Enea. El Ayuntamiento contempla crear dos paseos peatonales-ciclistas, uno por la vega del río y otro por el paseo de Antxieta, que permita unir Martutene (y Astigarraga) con el centro de la ciudad. Albizu no se olvida de la posibilidad de construir un parking subterráneo para residentes bajo la travesía de Loiola, un proyecto del que se habla desde hace años y que Movilidad analizará mediante un estudio de la demanda que existiría en la zona. «El objetivo final es convertir esta carretera en un paseo urbano que una Martutene, Txomin y Loiola con el centro. Se trata de dar continuidad a la trama urbana».

Otra de las claves de la Movilidad de la legislatura podría ser el nuevo enlace de la ciudad a la variante en Marrutxipi. Este objetivo, ya incluido en el Plan General de 1995, protagoniza una propuesta de declaración institucional que los socialistas llevan al próximo Pleno. El Departamento de Movilidad no la ve con malos ojos porque ofrecería nuevas posibilidades de comunicación a barrios como Intxaurrondo Zaharra, Gros y Egia. El director de Movilidad, Gerardo Lertxundi, no sólo la ve necesaria sino imprescindible si la estación de autobuses se hace en Atotxa. Los vecinos de Gros y Egia ya no utilizarían el paseo de Bizkaia para dirigirse a sus domicilios, lo que permitiría descongestionar esta avenida por la que circularán los autobuses hacia la estación. Pero el Ayuntamiento pone los pies en la tierra porque es la Diputación la principal implicada en este asunto y las arcas forales, como las municipales, no están para echar cohetes.

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