CRÍTICA DE ÓPERA

Así se hace

EMECÉ

Martes, 11 de octubre 2011, 04:14

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Cuando la situación económica del país está en situación de mendicidad merece un elogio el resultado de la ópera belliniana 'La Sonnambula' que ha estado en el Auditorio Baluarte de Pamplona.

En primer lugar, dando toda una lección a la soberbia extranjerizante de monsieur Mortier -muñidor consentido del Teatro Real- el elenco de voces era puramente español, lo que demuestra que en nuestras tierras hay más que buenas voces. En segundo lugar la producción escénica, del Teatro Maestranza de Sevilla, que resultó vistosa, sugerente en ambientes y en iluminación y a la par, no muy cara, lo que da una idea de que se pueden hacer las cosas bien sin salir de nuestra frontera a buscar horteradas. Y en tercer lugar se contó con un director y maestro concertador de primer nivel, el granadino Miguel Ángel Gómez Martínez, vetado hasta la fecha, sin razón, al igual que a Frubeck de Burgos en el foso del Real. Así ha de hacerse por quienes quieran que la ópera se dignifique con lo que hay en casa, que es mucho y bueno. El respetable lo agradecerá.

La soprano Puértolas nos ofreció una Amina llena de cosas buenas, con una línea de canto lírico-ligera de mucho peso, con una coloratura realmente vistosa, demostrando que su agudo es de un nivel impactante, sobre todo teniendo en cuenta que la técnica en las notas de pasaje fue siempre segura. Da gusto escucharla y su futuro se presenta seguro y alagüeño, siempre que no se salga del repertorio belcantista. El tenor navarro José Luis Sola posee un timbre de voz ideal para el personaje de Elvino, con unos brillos de preciosa encarnadura lírica, pero peca de cierta inseguridad a la hora del ataque para aflorar con limpieza su registro agudo, que lo enmarca desde atrás. Elegante y preciso el bajo Felipe Bou haciendo un Conde Rodolfo de equilibrada emisión. Bien el resto.

La Orquesta de Navarra fue la expresión de todos los aciertos que manaron de la batuta de Gómez Martínez. Efectistas las luces y el juego de humo de Guerra, con un vestuario que sorprendió. Bien el coro. Una producción de tomar ejemplo.

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