Dos alianzas de empresas superan los requisitos para construir la incineradora

Dos de las tres alianzas empresariales que entraron en la carrera para hacerse con el jugoso contrato de construcción y gestión de la incineradora de Zubieta han superado los requisitos técnicos exigidos. El tercer aspirante está desde ayer fuera del concurso por «no aportar la suficiente solvencia técnica y experiencia en este tipo de proyectos».

Así lo comunicó el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa. Mediante un comunicado difundido ayer, el patronato asegura que se «ha visto obligado» a desestimar la oferta presentada por la UTE empresarial formada por la constructora zarauztarra Amenabar, la ingeniería LKS del Grupo Mondragon y Sener Ingeniería, que gestiona la incineradora de Zabalgarbi.

Fuentes del Consorcio argumentan que esta alianza empresarial «no ha superado los exigentes requisitos de solvencia técnica y experiencia necesaria para la construcción y puesta en operación» de la planta incineradora. A pesar de valorar «la alta capacidad y cualificación» de estas empresas, lamentan «no dar por válida esta oferta» tras las «dificultades de última hora para incorporar referencias técnicas de suficiente valor».

Es más, el equipo que gestiona esta tramitación administrativa del concurso asegura que «se ha hecho todo lo posible para facilitar que los responsables de esta alianza empresarial aportaran en el plazo exigido» la documentación suficiente.

La adjudicación, en enero

Tras el descarte, siguen adelante en la carrera otros dos importantes grupos de empresas. Por un lado, el formado por el gigante español FCC, aliado con las guipuzcoanas Altuna y Uria, Murias y Zerbitzu Elkartea -esta última gestiona el mantenimiento de la AP-8 y AP-1-, y la multinacional de ingeniería austriaca AE&E Inova AG.

La segunda alianza la forman Befesa (filial de Abengoa), Novergie (con decenas de incineradoras en Francia), la división de energía de Thyssengrupp, y las guipuzcoanas Galdiano y Antzibar.

Según el Consorcio de Residuos, estos dos grupos de empresas han acreditado la experiencia en la aplicación de tecnología de «última generación» en plantas de biosecado y de incineración.

La adjudicación definitiva del contrato de 273 millones de euros tendrá lugar en enero. La UTE ganadora construirá la planta de pretratamiento biológico-mecánico y la incineradora, con un precio de partida fijado en 223 millones de euros (sin IVA). A esta cantidad hay que añadir un contrato de 50 millones de euros para operar y mantener las instalaciones cinco años, con la posibilidad de una prórroga de otros cinco por 53 millones.

La alianza ganadora del concurso de la incineradora se dará a conocer en enero. La adjudicataria dispondrá de tres meses para presentar el proyecto básico y otros nueve para redactar el constructivo. A partir de ese momento, se pone en marcha el reloj para que en 24 meses la incineradora comience a prestar servicios: finales de 2013.

El cumplimiento de los plazos es primordial en todo el proceso. No en vano, mientras pasa el tiempo, los vertederos de Sasieta (Beasain), Lapatx (Azpeitia) y Urteta (Zarautz) se siguen llenando a gran velocidad. Los tres reciben la basura que se depositaba en San Marcos (Donostia-Errenteria), el mayor basurero de Gipuzkoa, cerrado en 2007.

Las obras para la construcción de la plataforma sobre la que se asentará la incineradora se adjudicaron en octubre a Moyua.