Las instituciones vascas liderarán la Fundación Cristóbal Balenciaga
La Diputación impulsará el aspecto formativo y de promoción de la moda vasca del museo, cuyas obras se espera que terminen en septiembre
N. AZURMENDI
Martes, 27 de julio 2010, 09:27
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Casi once años después de haberse constituido y dos y medio después de haber vivido una primera remodelación impuesta por el Ministerio de Cultura, la Fundación Cristóbal Balenciaga ya reúne las condiciones idóneas para que se produzca una segunda y aparentemente definitiva refundación, que se materializará con la incorporación a la misma de la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco.
La diputada foral de Cultura, María Jesús Aranburu, adelantó ayer que cada una de las instituciones vascas se hará cargo del 35% de las necesidades financieras de la Fundación, en tanto que el Ministerio de Cultura cubrirá el 30% restante. Así, y teniendo en cuenta que, tal como se ha indicado reiteradamente, en la renovada Fundación la capacidad de decisión será proporcional a las aportaciones realizadas, Diputación y Gobierno Vasco liderarán el organismo que gestionará el museo en honor de Cristóbal Balenciaga que, si se cumplen las últimas previsiones, se terminará de construir en septiembre y abrirá sus puertas en primavera del año próximo.
Ambas instituciones, que junto con el Ministerio de Cultura llevan muchos meses preparando este hito en la historia de la Fundación, darán esta semana los pasos administrativos necesarios para que sus representantes -la diputada de Cultura, María Jesús Aranburu, y la consejera de Cultura, Blanca Urgell-, formalicen en septiembre la incorporación de las dos administraciones vascas a la Fundación Cristóbal Balenciaga.
Mucho peso institucional
La Fundación que resulte de la materialización de los cambios que se vienen gestando desde principios de 2008 en poco se parecerá a la que se constituyó en octubre de 1999 con veintidós patronos, catorce de ellos con la categoría de patronos-fundadores. En la lista, profusión de grandes nombres y tan sólo dos representantes institucionales, uno por cada administración pública con participación en la Fundación Balenciaga desde el primer momento: el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Getaria.
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Pese al predominio absoluto -en presencia numérica y, consecuentemente, en poder- de los patronos privados, la Fundación siempre ha funcionado gracias a los fondos públicos y ha dejado de hacerlo cuando estos han faltado.
A principios de 2008, casi un año después de que estallara el escándalo en torno a la gestión del proyecto, el Ministerio de Cultura hizo valer la fuerza que le daba tener las llaves de la caja y provocó un cambio de estatutos que preveía ya la incorporación del Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa. Desde entonces, las tres instituciones han trabajado en aparente sintonía en la definición de los términos en los que se basará la nueva etapa de la Fundación. Los patronos privados seguirán teniendo espacio y funciones, pero las instituciones tendrán mucho más peso que en la actualidad.
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«Algo más que un museo»
La Diputación Foral de Gipuzkoa no se integrará en la Fundación Balenciaga con las manos vacías. Al margen de la aportación económica que le corresponda hacer, pondrá a disposición de la misma un estudio, encargado por el Ente Foral a la empresa Xabide, que explora las posibilidades de que el Museo Balenciaga se convierta en un centro que pueda actuar como dinamizador del sector de la moda vasca, especialmente desde la perspectiva de la formación y la promoción. «Desde el principio queríamos que el Museo Balenciaga fuera algo más que un centro en el que conocer la vida y la obra de Balenciaga», recordó Aranburu, que presentó el estudio en compañía de la directora foral de Patrimonio, Pilar Azurmendi, y de Onofre Vicente, de Xabide.
En primera instancia, el trabajo certifica la debilidad del sector de la moda en Euskadi, sobre todo desde el punto de vista económico ya que, pese a contar con creadores reconocidos, el textil y la confección apenas emplean a 3.500 personas en la Comunidad Autónoma. Vicente subrayó que el museo de Getaria puede tener un enorme potencial a la hora de convertirse en un centro que dinamice la moda vasca. «Es imprecindible que el Museo Balenciaga sea un espacio de referencia para el sector», subrayó María Jesús Aranburu, que recordó que esa dimensión del proyecto ya estaba prevista en los estatutos originales de la Fundación, aunque no se tuviera en cuenta en el primer diseño del edificio. Esa circunstancia se ha corregido acondicionando nuevos espacios, como los 600 metros cuadrados destinados a «centro de creación». La diputada adelantó también que, si bien todas las instituciones están de acuerdo en el planteamiento, en un primer momento será la Diputación la que impulse el aspecto formativo y de promoción de la moda vasca del Museo Balenciaga.
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