Daniel Zulaika considera que los investigadores aún están lejos de encontrar una vacuna contra el sida :: MICHELENA
Daniel Zulaika, Coordinador del Plan del Sida en el País Vasco

«Nos estamos enfrentando al desafío inédito del envejecimiento de los seropositivos»

El experto advierte de la virulencia de la epidemia en la Europa del Este y Asia central

JAVIER GUILLENEA jguillenea@diariovasco.com

Domingo, 25 de julio 2010, 04:18

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Daniel Zulaika ha participado en la Conferencia Internacional Sida 2010 que se ha celebrado esta semana en Viena y se clausuró el viernes. De la reunión regresa con la convicción de que lo que allí se ha tratado servirá para salvar miles de vidas, sobre todo en los países del Este, donde la epidemia de sida se está cebando con los heroinómanos. Zulaika, que ha explicado la experiencia vasca en Viena, recuerda que este problema ya se vivió hace años en Euskadi. Ahora el País Vasco se enfrenta a un nuevo reto: el envejecimiento de los seropositivos, que tienen una media de 45 años en Gipuzkoa.

- El sida sigue siendo un problema dramático en África pero el congreso se ha organizado en Europa.

- Una de las epidemias más importantes que estamos viviendo es la de Europa del este y Asia central. Se trata de los heroinómanos y la transmisión del virus del sida por compartir jeringuillas. El problemas es tan grave que hay 16 millones de heroinómanos en estos países y una cuarta parte de ellos está infectada. Hay dos formas de enfrentarse a esta situación. Una es como lo hicimos nosotros, con programas de sustitución con metadona y de intercambio de jeringuillas, así como de respeto a los derechos humanos de los heroinómanos. Para nosotros es un 'déjà vu'. Recuerdo que cuando dejamos de ver al heroinómano como un delincuente y le vimos como un enfermo logramos frenar el VIH. En Rusia y Ucrania hay dos millones de heroinómanos y la actitud de las autoridades de estos países ha sido la opuesta, no hay ni un solo programa de metadona ni de sustitutivos, tener una jeringuilla está penado por la ley y en cuanto a los derechos humanos, el toxicómano va a la cárcel directamente. Todo es tan espeluznante que las organizaciones mundiales pensaron en un principio en hacer el congreso en Moscú, pero finalmente decidieron organizarlo en una ciudad cercana, como Viena, para no sacar los colores a las autoridades rusas en su país.

- ¿Este esfuerzo servirá para conseguir algo?

-Yo creo que la principal conclusión de este congreso es que cuando lo recordemos en el futuro y nos planteemos qué aportó, diremos que fue el primer gran esfuerzo para que los países del Este se enfrentaran de forma racional y lógica a esta epidemia. Lo compararía al del año 2000 en Durban, Sudáfrica, que se celebró allí por la situación tan grave que existía en África, donde con 25 millones de infectados no se estaba haciendo nada. En 2003 había ya 350.000 personas en tratamiento con antirretrovirales en el continente, en 2007 eran 3,5 millones en tratamiento y en estos momentos hay 5 millones en los países en desarrollo. Con aquella conferencia se consiguió algo inédito en la historia de la Medicina y yo estoy seguro de que el congreso de Viena va a lograr lo mismo.

- ¿Han explicado ustedes su experiencia?

- Estamos diciéndoles que nosotros lo conseguimos y cuando empezamos con esto no sabíamos por dónde nos daba el aire. Por ejemplo, la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ha presentado un trabajo que muestra datos como que en 1992 el 24% de los presos de cárceles españolas estaban infectados y el año pasado eran el 7%. Son datos para sacar pecho. No olvidemos que la primera prisión de Europa que puso un programa de intercambio de jeringuillas fue la de Basauri en 1997.

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- Las ONG han reivindicado el derecho de millones de pobres a acceder a los medicamentos contra el sida.

- En este congreso se ha visto con especial virulencia la guerra que existe entre las ONG y las compañías farmacéuticas a causa del concepto de propiedad intelectual. Las farmacéuticas dicen a los gobiernos que ellas han conseguido unos medicamentos y que quieren un periodo de 20 años de monopolio para explotarlos comercialmente. Las ONG quieren acortar este plazo porque no estamos hablando de aspirinas sino de unos medicamentos a los que la humanidad tiene derecho. Todos los debates van en este sentido y es muy interesante porque todo esto se quiere aplicar a la malaria o a la tuberculosis, a lo que se llaman los medicamentos esenciales. Se pretende que de alguna forma sean patrimonio de la humanidad.

Excelentes resultados

- ¿Cuál ha sido la aportación vasca al congreso?

- El Hospital Donostia ha presentado seis trabajos de investigación clínica sobre temas como nuevos tratamientos o la hepatitis C, que infecta casi al 70% de los seropositivos. Uno de los trabajos analiza la evolución de las personas atendidas en consulta durante los últimos años. El hospital lleva unas 1.200 personas en tratamiento y llega a la conclusión de que en pacientes seropositivos que están en tratamiento antirretroviral y que siguen bien el tratamiento, la mortalidad por sida, no por otras causas, es de uno por cada mil pacientes al año. Estos excelentes resultados no lo tienen ninguna de las consultas de alrededor, ni la de diabetes ni la de hipertensión.

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- ¿Significa que la epidemia se ha estabilizado?

- En Gipuzkoa no está estabilizada la epidemia, incluso crece un poco. Cada año diagnosticamos en la CAV 200 nuevas infecciones de VIH, de las que unas 70 son en Gipuzkoa. El número de seropositivos va aumentando poco a poco y esto es un fenómeno general que ocurre en el resto del mundo occidental. De alguna forma la eficacia de los tratamientos antirretrovirales y aquella frase de que 'de sida ya no se muere nadie' hicieron saltar por los aires la prevención. Pero el índice de mortalidad se ha desplomado. En 1995 hubo alrededor de 500 muertos en el País Vasco y ahora son 60.

- Los supervivientes tienen cada vez más edad.

- Este tema es muy interesante. Se espera que para el año 2015 en el mundo occidental más del 50% de las personas seropositivas tendrán más de 50 años y estas personas tienen el doble de enfermedades que otras personas de la población general de su edad y sexo. Nos estamos enfrentando a un desafío absolutamente inédito, tienen hipertensión, el colesterol alto, artritis, depresión... esto ya no tiene nada que ver con el sida. Hace 20 años les enseñamos a morir, luego les enseñamos a vivir y ahora les estamos enseñando a dejar la sal, a hacer veinte minutos de ejercicio diario porque es cardiosaludable y a que recuerden que las grasas son malas. Nos hallamos ante un fenómenos que estamos estudiando ahora porque empezamos a ver personas de 50 años con todos estos problemas.

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- ¿Ocurre lo mismo en el País Vasco?

- Los datos recopilados por el Hospital Donostia dicen que la edad media de los pacientes seropositivos atendidos en Gipuzkoa es de 45 años. Ya son maduritos, se está produciendo el mismo proceso de envejecimiento. Va a ser un reto en el futuro.

Lejos de la vacuna

- Durante el congreso se ha anunciado el comienzo de una nueva era en la búsqueda de una vacuna contra el sida. ¿Es usted tan optimista?

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- Con lo de la vacuna soy un poco escéptico. Tenemos más de 500 enfermedades infecciosas de las que sólo 15 cuentan con una vacuna. Se está dedicando mucho dinero a buscarla pero a corto plazo no debemos esperar tener una vacuna maravillosa que proteja al 90%. Siempre digo que el sida tuvo su antídoto, que era el preservativo, y es algo que no tienen otras enfermedades; ojalá la malaria o la tuberculosis tuvieran un preservativo. Nacimos con un problema grave pero con una vacuna eficaz en más de 90% de protección, que es el preservativo. La vacuna ya la tenemos, lo que pasa es que luego es complicado ponérselo. Al principio de la epidemia pensábamos que iba a ser muy difícil que un usuario de drogas dejase de compartir jeringuillas cuando estaba con el mono, mientras que ponerse un preservativo era muy fácil. Pues bien, ha ocurrido al revés.

- Bill Clinton y Bill Gates han pedido en Viena que el dinero que se invierte en la lucha contra el sida se utilice mejor. ¿Han querido decir que hasta ahora se ha gastado mucho y mal?

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- Los dos dieron mensajes positivos. Bill Clinton dijo que disponemos de menos recursos porque se recauda menos, por lo que hay que hacer más cosas de forma más rápida y con menos dinero. En realidad, esto es lo que está ocurriendo en todos los ámbitos del mundo occidental. Antes no se tiraba, pero sí es verdad que en época de vacas gordas se gasta un poco más alegremente.

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