Tolosa
San Crispín y San Crispiniano, más de 400 años de tradición como cofradía religiosaLa asociación que agrupa a los zapateros tolosarras sigue manteniendo año tras año el espíritu simbólico que dio origen a su fundación
JUANMA GOÑI
tolOSA.
Martes, 28 de octubre 2025, 19:59
Se llama San Crispín y San Crispiniano y es la única cofradía religiosa que queda en Tolosa. Se constituyó hace ya 409 años y sigue celebrando su junta anual. En ella, las personas pertenecientes al gremio de zapatería, además de otras vinculadas, de una u otra manera, al mismo, comparten vivencias y siguen dando sentido a la existencia de esta histórica y singular asociación tolosarra.
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«Somos 56 miembros, una cifra destacable, y la única cofradía de San Crispín y San Crispiniano que queda en Gipuzkoa, tenemos motivos para estar orgullosos y destacar el hecho de que nos sigamos juntando cada año por estas fechas», asegura José León Eguiguren, veterano miembro del grupo. Por obras en el Casino, sede habitual de la asamblea anual, la cita se ha desarrollado este año en el local de la sociedad Kabi Alai, donde se juntaron diecisiete personas.
La fundación corporativa de la cofradía se remonta a 1616, pero las actas que se conservan a día de hoy son a partir del año 1859. Los volúmenes de actas anteriores se quemaron en el incendio de Amarrandegi, edificación adosada a la parroquia de Santa María hasta su destrucción en el incendio del 30 de noviembre de 1951 en el que se destruyeron efigies y pendones de varias cofradías. «Según tengo entendido se perdió todo; las actas que conservamos actualmente escritas a mano son a partir del año 1859», contó a este periódico el presidente de la entidad, José Mari Arana. Los libros de actas que atesora son, realmente, una auténtica joya histórica.
La Cofradía de San Crispín y San Crispiniano tenía una función muy importante. Fijaba los precios de venta del calzado para las mujeres y para los hombres, la suela o el número de puntas u ojales... Los socios pagaban un poco más por el cuero para fabricar los zapatos y ese dinero se invertía en ellos mismos; se ayudaba a los cofrades y sus familiares cuando se ponían enfermos.
Las funciones de la cofradía se han limitado en los últimos años y su existencia hoy día corresponde a una permanencia sujeta al «simbolismo». Sin embargo, el gremio de zapateros todavía celebra su día, sus miembros se reúnen cada 25 de octubre, día de San Crispín y San Crispiniano, desfilan en la procesión de San Juan junto con las figuras de los santos, y llegada la Navidad venden participaciones de la lotería.
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Un euro es la cantidad que los miembros abonan a la cofradía al año, una cantidad por supuesto casi testimonial, pero que es parte del encanto del grupo. Antiguamente se pagaban cincuenta pesetas; después, la cuota subió a cien pesetas y con el cambio del euro se fijó en un euro.
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