Pili Barandiaran, en la localidad de Ataun.
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Pili Barandiaran: «Es un orgullo mantener la tradición del mondeju»

En los tres barrios que forman el pueblo se produce el preciado mondeju beltza que Pili Barandiaran ha enseñado a elaborar a generaciones

Domingo, 23 de junio 2024

A

taun, tierra de jentiles, pelotaris, escritores, antropólogos y, cómo no, de mondejus, reconocido embutido elborado a base de sangre de oveja. Pilar, Pili, Barandiaran Barandiaran es el fiel reflejo de esta última seña de identidad de los ataundarras, y presume con orgullo de ser la «última» en conservar sus apellidos «100% ataundarras» de manera consecutiva. Nacida en el caserío Saletxe Berri en el año 1943, Pili conoce Ataun en profundidad. Criada en una familia trabajadora, dejó a un lado sus estudios con 11 años para ayudar a su padre con los bueyes en la zona de Lareo. Hasta los 23 años, Barandiaran continuó siendo una pieza fundamental en casa, trabajando junto a su familia, hasta que se casó y dejó Saletxe Berri, pero no su querido barrio de San Martín.

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«Desde el momento en que me casé, me dediqué a la casa, pero no solo a ello. Crié a 5 hijos, 4 niños y una niña, y mientras mi marido trabajaba, yo me ocupaba de sacar la casa adelante, pero siempre he estado en contacto con el pueblo y las actividades que se realizan aquí, ya que he participado en el trabajo vecinal y en muchas actividades que se han realizado», recuerda Pili.

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De la mano de una de estas actividades, se comenzó a forjar la 'leyenda' de la maestra chacinera, la cual ha instruido a cientos de personas en el arte de la elaboración del 'mondeju beltza'. «El concurso de mondejus se comenzó a celebrar hace 20 años. En nuestra casa, nuestros padres lo habían elaborado desde que éramos pequeños, por lo que no era nada nuevo para nosotros. Mi hermana mayor conocía el proceso perfectamente, y fue la encargada de enseñarme. En las primeras cinco ediciones, conseguí la txapela tres veces y fui segunda otra vez, por lo que me propusieron participar como jurado, y acepté encantada», afirma Barandiaran, orgullosa de esta oportunidad.

Desde hace 15 años, es la encargada de transmitir de generación en generación una tradición arraigada entre los ataundarras. «Para mí es un orgullo poder ofrecer clases de preparación del mondeju para poder mantener esta tradición. El 'mondeju beltza' es algo muy nuestro, que ha ido pasando de generación en generación y que con trabajo y compromiso hoy disfrutamos. Durante los últimos años, han sido numerosos los ataundarras, goierritarras y otros muchos los que han querido acercarse a mis clases y aprender en primera persona la preparación del mondeju, y debo admitir que tanto el interés como el nivel va creciendo cada año que se celebra el concurso», rememora.

Pili es parte de la historia viva de Ataun, pero aun así lo lleva con normalidad. «Me gusta vivir tranquila. Nos solemos desplazar entre los barrios locales (San Martín, San Gregorio y Aia), según donde 'hay plan'. Nos gusta juntarnos en el 'Troska', en Atsedentoki o donde sea para contar cuentos y el domingo vamos a misa. Soy muy afortunada de poder vivir aquí», finaliza Pili.

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Así es mi pueblo

- – ¿Cómo describiría su pueblo?

– Es un pueblo muy tranquilo, en el que da gusto vivir.

- – ¿Qué es lo mejor de vivir aquí?

– La tranquilidad que se respira, puedes pasear por sus calles, tienes el monte al lado, el 'Troska', la iglesia... ¡Lo tenemos todo!

- - Y ¿lo peor?

– No tiene muchas cosas malas... pero diría que es un pueblo muy extenso en territorio, y que vivimos bastante distanciados.

- – ¿Cuál es su txoko favorito del pueblo?

– Es difícil elegir, pero estaría entre el bar Troskaeta y el hogar del jubilado Atsedentoki.

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Próximo domingo... Azkoitia

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