En la campaña del 2023 los arqueólogos levantaron casi todo el suelo del interior del templo.

Ordizia

San Bartolomé descubre sus tesoros

Historia. La última campaña de excavaciones sacó a la luz el molde de un horno para campanas y otro enterramiento, posiblemente del siglo XII-XIII, en el interior de la ermita

Amaia Núñez

Sábado, 27 de enero 2024, 22:18

La ermita de San Bartolomé sigue escondiendo secretos. La campaña de excavación despejó algunas de las hipótesis con las que comenzaron los historiadores, aunque ha ... creado nuevas incógnitas de esta zona, origen de Ordizia. Desde principios de noviembre hasta final de año, estuvieron excavando en el interior de la ermita los arqueólogos historiadores Iosu Etxezarraga, Nerea Iraola y David Cano, y también colaboraron en la campaña los miembros de Osbele Glori Gonzalez y Peio Otegi.

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Uno de los objetivos era encontrar la continuación de los muros del siglo XIV que habían localizado en las excavaciones realizadas en el exterior de la ermita, que todo indicaba que estarían en el interior. De esta forma, además, podrían conocer mejor las dimensiones de la edificación de aquella época. «Teníamos algunas pistas gracias a las excavaciones realizadas hace seis años. Sabíamos que había unas zanjas donde colocaban las bases de las zapatas, conocíamos una de ellas del edificio del siglo XV y había otra zona con la tierra enrojecida, trozos de bronce, con lo que pensábamos que sería un horno o instalación para fundir campanas», explicó en la presentación de los descubrimientos Iosu Etxezarraga Ortuondo, director de la excavación, que estuvo acompañado por Nerea Iraola y David Cano, Glori Gonzalez, Peio Otegi y el concejal de cultura Manex Berzosa.

Por ello, centraron los trabajos en el interior del edificio, en la zona de la bancada, no en el altar. En una cata realizada en el 2018, en esa zona ya encontraron al ordiziarra más antiguo, datado hacia el año 1.100, aunque el horno de campana había destruído en parte la sepultura. En aquella época los enterramientos se realizaban en el exterior de los templos, San Bartolomé era la iglesia de Ordizia, y contaban con posibilidades para encontrar más cuerpos, que así ha sido: un sepulcro de forma de óvalo, «largo con los bordes redondeados», con restos que están bastante deteriorados. «Se aprecian los brazos y las piernas, parte del cráneo y los dientes». Gracias a la dentadura han deducido que era una persona adulta, «tenía los dientes muy gastados». Sitúan esta sepultura entre los siglos XII y XIII, pues colocaron dos piedras a ambos lados de la cabeza, «algo habitual en aquella época».

'El campanero'

Los excavadores han 'bautizado' como 'El Campanero' a ese individuo, por otro descubrimiento realizado a sus pies: el molde del horno de una campana. Como era habitual, está excavado en el suelo, con cerca de metro y medio de profundidad. Alrededor han encontrado restos de los ladrillos que utilizaban en el proceso. «Muchos tienen la misma forma triangular que no hemos podido explicar», indicó Etxezarraga. La campana fundida en ese horno es posible que fuera para la iglesia de la Asunción, por las dimensiones. Otra de las preguntas que ha surgido a los historiadores es por qué lo hicieron en el interior del edificio.

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Además, los trabajos de excavación han sacado a la luz otro «hueco», que les hace pensar en «una sepultura tallada en arcilla o roca natural», pero extraña por sus dimensiones, más ancha de lo normal. «No sabemos lo que es, puede ser un sarcófago por la mancha negra que hay debajo. Suponemos que es una sepultura, aunque no sabemos por qué es tan ancha».

Otra de las sorpresas han sido los cimientos de la iglesia San Bartolomé del siglo XIV. «Hemos encontrado los restos de un muro más ancho, parece ser que es un resto del muro que estábamos buscando, pero no hemos encontrado la cabecera de la iglesia, que pensábamos estaría dentro de la ermita». Por ello, en el siglo XIV la ermita era más larga de lo que pensaban hasta ahora. «Puede estar debajo del muro este actual o un poco más hacia fuera».

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Asimismo, la campaña del 2023 confirmó una de sus sospechas: «en el siglo XIX cambió mucho esta zona y eso produjo algunos cambios y movimientos», explicó. «Las capas desde la Edad Media hasta el siglo XIX no están tan enteras y son difíciles de interpretar».

Los resultados de la última campaña de excavaciones servirán para dar a conocer y poner más en valor la historia que guarda el lugar. La asociación Osbele sigue adelante en su labor y próximamente pondrán en marcha el arreglo del tejado. Junto con esta mejora, tienen como propuesta de proyecto cambiar el suelo de la ermita y colocar una tarima, con la peculiaridad que tendría trampillas para que los historiadores puedan mostrar lo encontrado en futuras visitas guiadas.

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La obra de reforma de tejado se realizará gracias a la campaña puesta en marcha por Osbele, ya que el actual está muy deteriorado. Lograron alrededor de 13.000 euros y tras negociar tanto con el ayuntamiento como con el obispado, actual dueño de la ermita y los terrenos colindantes, han gestionado los permisos necesarios y están a la espera del permiso municipal para comenzar las obras. La parroquia se hará cargo del importe restante de las obras hasta cubrir el presupuesto.

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