Leire Zubeldia: «El 'auzolana' mantiene el pueblo vivo»

Siempre buscan la mayor variedad posible para contentar a todos los habitantes. A veces las actividades son culturales, otras deportivas o gastronómicas, pero lo importante es que esa mentalidad genera unión y espíritu de pertenencia entre los vecinos. «Los jóvenes nos dieron una lección hace unos años. Nos dijeron que querían celebrar su 'Gazte Eguna para que sus amigos que no son de aquí puedan conocer cómo es Baliarrain. Nos pareció una idea fabulosa y alguno ha vuelto los siguientes años».

En resumidas palabras, Leire describe su pueblo como un «paraíso de paz». Un lugar que se encuentra en la cima de la montaña, con la sierra de Aralar y el Txindoki, el cielo de Gipuzkoa, como protagonistas de un marco incomparable. Y todo ello custodiado por el embalse de Ibiur. Aunque ella se queda con San Juan Iturri, a dos kilómetros de la plaza del pueblo. Un lugar «ideal» para pasear y hacer «excursiones circulares». Sin embargo, este Edén no es del gusto de todos. «Hay quien me ha dicho que aquí no hay nada, pero para mí está todo. No hay tiendas ni el bullicio de la ciudad, pero para los amantes del campo como hago yo es fantástico».

Baliarrain no solo es un ambiente natural. Desde hace un tiempo cuentan con un segundo frontón que ejerce como punto neurálgico. «No tiene las medidas oficiales, pero aquí hacemos algunos eventos, quedamos los vecinos, charlamos... De todo». Además, también se ha convertido en un lienzo sobre el que recuerdan la historia de la localidad a través del arte. «Hace unos años decidimos decorar la parte trasera y recurrimos a Nexgraff», nombre del graffitero Nextor Otaño. Utilizó como referencia una antigua foto, de 1914, donde aparecen los layeros de Baliarrain, pero la modificó para darle algo de color. El resultado gustó tanto que el año siguiente volvió al para seguir con su obra. Esta vez se inspiró en Maurizia Aldeiturriaga, 'panderojole' reconocida, junto a Süne, 'trikitilari' de la época actual. «A mí me encanta. No solo por lo bonito que ha quedado, sino porque es una manera de recordar a las personas mayores y honrar nuestros orígenes», apunta Leire.