Tamborrada 2024
Tamborradas más allá de la distanciaLos rataplanes tienen eco en algunas de las principales ciudades del mundo, donde tampoco faltan las cenas e izadas de banderas
La distancia no es el olvido ni tampoco un impedimento para que los donostiarras que viven en los lugares más recónditos del planeta honren a su patrón. Así lo demuestran las celebraciones que se han ido sucediendo, desfase horario de por medio, en varias de las capitales más importantes del mundo. Las marchas de Sarriegi han cruzado fronteras en la noche más emocionante del año para quienes se hallan lejos de San Sebastián.
Publicidad
En París, decenas de personas se daban cita en la tradicional cena de sidrería organizada en la euskal etxea de la ciudad de la luz. Tras disfrutar de un menú elaborado a base de tortilla de bacalao, chuletón, queso, membrillo y nueces, «con sidra de Astigarraga al txotx», llegaban los rataplanes bajo la batuta de Jean-Marie Guezala y algunos componentes del coro Anaiki. También se unió al festejo la Banda Festayre.
«Cada comensal coge su cuchillo y su tenedor en las manos y, todos a la vez, marcan el ritmo como si tuviesen un tambor. En el momento de los palillos, tenedor y cuchillos se entrechocan siempre atentos al Tambor Mayor», explica Guezala, quien añade que, a medianoche, «se canta como se debe: con mucho cariño y buen humor».
La tamborrada de la euskal etxea de Madrid rinde homenaje a la peña Madrilgo Errealzaleak y al músico Iagoba Fanlo
Una escena muy similar se vive cada año en México. La euskal etxea celebra una cena para socios y simpatizantes, incluidos «jóvenes que vienen al país a estudiar o trabajar». Juntos degustan los platos estrella de la velada: tostas de camarón, crema de poblano, filete de pescado relleno de serrano, papa panadera y de postre, frutos rojos con chocolate blanco. Y juntos tocan tambores y barriles dirigidos por Alfredo Jover. Todos «llevan en su corazón Euskal Herria, así como sus fiestas», subraya Iñigo Bilbao, responsable de comunicación.
San Sebastián se celebra durante tres días en el centro vasco de la ciudad de Necoechea, en Argentina, donde se han programado romerías, un trikipoteo y degustaciones de txistorra, pintxos y bocata de «lomito». Los actos centrales se traducen en «la elección del nuevo Alkalde Honorífico de nuestra casa, tamborrada, y baile», como explican a este periódico sus responsables.
Publicidad
Algo más austeros son los festejos en Caracas, aunque no menos emotivos para cuantos emigraron años atrás a Venezuela. Para paliar la nostalgia, disfrutarán hoy de un pintxopote y de su particular tamborrada.
La versión más alternativa de la fiesta se ha vivido en Estados Unidos. El restaurante Cook & Soldiers de Atlanta, capital de Georgia, adelantaba la velada una semana para invitar a sus clientes a vestir atuendo sanferminero y llenar de rataplanes el establecimiento. Previamente, compartían mesa para comer «paella, tortilla, albóndigas y croquetas».
Publicidad
Más auténticas fueron las celebraciones vividas anoche en Madrid. La cena de la víspera se llevó a cabo, simultáneamente, con 300 comensales en el restaurante Jai Alai, que cede su nombre a la tamborrada que toca a sus puertas, y con 200 más en la sidrería Zerain, donde la formación dirigida por José Mª Arana inundó de rataplanes la capital. Su actuación volverá a repetirse el domingo en el exterior de la euskal etxea. También actuará la tamborrada infantil. Este año impondrán la Txapela Urdiña a la peña 'Madrilgo Errealzaleak' y al músico Iagoba Fanlo.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión