«Venía sin expectativas y ha sido increíble»
El encierro desde la plaza. ·
Miles de personas optan cada día por seguir la llegada de los astados en el coso en un ambiente festivo lleno de música y actividades para todos los públicosSon las seis de la mañana. Todavía no ha amanecido en Pamplona y las calles del centro de la ciudad ven cómo la gente que ... ha pasado la noche celebrando los Sanfermines se empieza a retirar para que tomen protagonismo los toros y los corredores del encierro. Aún de noche, las puertas de la plaza de toros se abren para que miles de personas ocupen sus asientos y vivan el encierro de una manera diferente. Más festiva, más musical, más familiar. Las colas son largas, muchos van con su entrada preparada en la mano. Otros no han sido tan previsores y han tenido que recurrir a la reventa para poder entrar. «Vivir el encierro desde la plaza es brutal. Nosotras venimos desde Lleida. Es el segundo día seguido que venimos a verlo desde dentro y eso que teníamos las expectativas algo bajas», reconocen las hermanas Yolanda y Araceli Coll, invitadas a la fiesta por su prima pamplonesa. «Es increíble. Aunque no seas muy taurino, el ambiente y la fiesta que hay te atrapa. Nos encanta», subrayan.
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Cada mañana, la plaza de toros de Pamplona acoge a miles de personas que buscan disfrutar de los encierros «de una manera distinta». En muchos casos, como en el de Jesús María Fernández y su familia, es parte de una tradición que pasa «de generación en generación. A los que hemos nacido aquí nos traen a la plaza desde que somos pequeños. Primero con tus abuelos, luego vienes con tu padre, luego eres tú el que traes a tus hijos... Hoy estamos tres generaciones. Mi madre, mis hermanos y yo, mis hijos y mis sobrinos», señala.
«Empecé viniendo con mi abuelo, luego con mi padre y ahora soy yo el que traigo a mis hijos y traeré a mis nietos»
¿Pero por qué es una tradición? ¿Qué tiene de especial seguir el encierro desde la plaza de toros? Dael Oviedo y Hodei Reyes, pamploneses, lo tienen claro. «Nosotros hemos venido a las seis de la mañana. Nada más abrirse las puertas. Había una cola larguísima, pero hemos sido de los primeros en entrar. Hemos estado dos horas esperando a ver cómo entraban los toros en la plaza, pero entre que suena 'Paquito el Chocolatero', 'La Potra Salvaje' y otras canciones de verbena, la espera se ha hecho hasta corta».
Durante más de dos horas,la plaza se convierte en un festival de música y buen ambiente: lanzamiento de camisetas, charanga, karaoke y hasta 'Kiss cam'. De ahí, que además de los locales haya mucha gente que viene desde otros rincones a vivirlo en sus carnes. Maixa Aldasoro se enamoró de este ambiente y desde hace tres años viene cada primera semana de julio a la capital navarra desde su Tolosa natal junto a su familia. «Nos gustan mucho los Sanfermines. Hemos salido de casa a las cinco de la mañana para estar aquí. Hoy hemos venido mi cuñado, mi hermano y yo. Pero suele haber cambios. A veces se anima algún hermano o hermana más, algún cuñado... Para mí no tiene nada que ver seguir el encierro desde casa o desde la calle a hacerlo aquí, en la plaza. Hay otro ambiente. Y, aunque el encierro suele ser rápido y a los toros solo los ves unos segundos, luego están las vaquillas. Es muy divertido», apunta.
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