Josean Fernández : «No tomar partido a tiempo con las drogas puede suponer perder al chaval para siempre»

La gente cada vez empieza a coquetear con el mundo de las drogas a edades más tempranas. En la actualidad, la edad media del inicio del consumo por parte de los menores está establecida en un ratio próximo a los 11 años, un dato muy preocupante. Los factores que más inciden son la interiorización por parte de los menores de que las drogas no son tan malas después de ver a sus padres consumir alcohol, tabaco u otro tipo de sustancias durante muchos años, y el consumo de drogas para ser aceptados dentro de un grupo de amigos. «Los factores que más inciden son tanto la interiorización de los chavales tras años de ver cómo los padres consumen cualquier tipo de sustancia, y el consumir por querer ser aceptados en un grupo de amigos», argumenta Josean.

La detección temprana del consumo de drogas es fundamental para poder reconducir la situación de los hijos. Para ello, los padres se tienen que fijar en el comportamiento que está llevando su vástago, así como llevar un control cuando vuelve a casa después de salir con sus amigos. Y por supuesto, los hijos tienen que ver que hay unas normas que cumplir y límites que no pueden sobrepasar. «Cuando los padres vean que su hijo se comporta de una manera diferente, tenga mucha ansiedad, u observen que ha consumido cualquier tipo de sustancia no deben dudar en actuar desde el primer momento. El no tomar partido a tiempo puede suponer la pérdida del chaval para siempre», afirma Josean. Una vez hayan detectado que su hijo ha empezado a consumir, los padres tienen que sentarse con el hijo y dejarle las cosas claras para que el joven aprenda que ese camino que está llevando puede acabar con su vida. «Cuando ya se hayan percatado del problema por el que está pasando su hijo, los padres tienen que sentarse con él y hablarlo para que se dé cuenta que ese no es el camino. Además, es fundamental que los padres le dejen claro que esos límites no se pueden sobrepasar por el bien de todos, pero sobre todo por el suyo. Y si es necesario, deben pedir ayuda profesional, que estamos para evitar que esto vaya a más», confirma Josean.

Por último, uno de los factores que pueden frenar el consumo entre los más jóvenes es la educación que reciben éstos dentro de sus centros escolares. El problema que ve Josean es que en los colegios los programas que se enseñan a estos menores tratan sobre cómo evitar el consumo excesivo de drogas, cuando lo que de verdad se debería de enseñar es cómo se pueden llegar a divertir sin consumir ningún tipo de estupefaciente, así como de enseñarles los efectos que producen estas dentro de sus organismos.