Sanidad ultima prohibir fumar en el coche y subir el precio del tabaco para reducir su consumo

El objetivo no es otro que dar un paso en firme en la lucha contra el tabaco para reducir su consumo, que lejos de retroceder ha aumentado en el conjunto del Estado, en Euskadi un 12,7% más en el último año. El horizonte fijado para alcanzar la cifra establecida por la OMS de reducir un 30% el consumo de tabaco es 2025. Sin embargo, mientras países como Dinamarca o Nueva Zelanda planean lograr generaciones sin fumadores y libres de humo y alejar el tabaco para siempre, Sanidad apuesta por subir los impuestos, crear más espacios libres de humo o controlar la venta a menores para conseguir bajar en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no tranmisibles en 2030, así como reducir la prevalencia de fumadores diarios un 5% para 2040, especialmente en los jóvenes de 14 a 18 años, donde se pretende llegar hasta el 7%.

Desde la Sociedad Vasconavarra para la Prevención del Tabaquismo, el plan incorpora «importantes medidas» que supondrían «un gran paso adelante en lo sanitario, en lo social y en el plano de los derechos humanos». Sin embargo, «se echa en falta una mayor concreción en las metas de este documento, así como una hoja de ruta de cómo van a llevarlo a cabo. Tampoco existe un plan de financiación para organizar todo un sistema de prevención, control y cesación del tabaco».

En Euskadi, las cifras de ventas sorprenden a la vez que preocupan. El consumo de cigarrillos por parte de los vascos se ha incrementado en un año un 11,35%, pasando de 15,1 millones de cajetillas vendidas a 16,8 en el periodo comprendido entre febrero de 2021 y febrero de 2022. Aunque el consumo de cigarros desciende un 2,5%, los kilos de tabaco consumidos en paquetes de liar se dispara hasta los 42.712 kilos (+15%) al igual que la picadura de pipa, que pasa de los 6.832 kilos hasta los 8.350 kilos (un 22,2% más). Así, los vascos gastaron un 12,7% más en tabaco, pasando de 82,38 millones a los 92,91 millones de euros, según los datos del Ministerio de Hacienda correspondientes al Mercado de Tabacos.

Si se analizan las cifras por territorios, Gipuzkoa se sitúa en la décima posición al aumentar sus ventas en un 28% (41,2 millones) y supera a sus vecinos vizcaínos y alaveses. También para los guipuzcoanos, los cigarrillos son los reyes de esta lista, con 7,2 millones de cajetillas vendidas (+26%). Le sigue la picadura de liar, que experimentó la mayor subida pasando de 18.521 kilos consumidos hasta los 24.950 kilos (+ 34,71%); los cigarros, con 6,4 millones de unidades vendidas (+0,09%) y por último la picadura de pipa, que sube hasta los 6.035 kilos (+ 30,23%).

Con estas cifras, que se replican en la mayoría de las comunidades, y la evidencia científica en la mano, el nuevo plan se ha articulado en torno a cinco pilares: prevenir el inicio en el consumo de tabaco y productos relacionados; facilitar la ayuda para dejar de fumar; reducir la exposición ambiental a las emisiones de tabaco en espacios públicos y privados; promover la investigación así como potenciar la coordinación entre todos los sectores implicados.

La edad media de inicio en el consumo de tabaco diario de los jóvenes vascos se sitúa en 14,8 años y lo prueban por primera vez a los 14,2 años, por lo que transcurre menos de un año entre el primer consumo y la adquisición del hábito de fumar a diario, según la última encuesta Estudes del Ministerio de Sanidad.

Precisamente para prevenir el inicio del consumo, el plan propone aumentar el precio del tabaco a través de una subida en su fiscalidad, sin concretar cifras. Otra de las medidas es evitar la promoción de los productos de tabaco incluyendo la propia imagen de marca en las cajetillas del producto; controlar la publicidad encubierta y su promoción en las redes sociales así como la venta y el acceso de los más jóvenes a estos productos e impulsar programas de promoción de la salud en entornos escolares en etapas tempranas. En la misma línea, Sanidad quiere eliminar los sabores y aromas que enmascaran el sabor propio del tabaco en combustión.

Este borrador propone además que los vehículos privados sean espacios libres de humo, uno de los puntos que más ampollas ha levantado entre los fumadores. El documento plantea «ampliar los espacios sin humo de tabaco y sin aerosoles de cigarrillos electrónicos y productos relacionados en determinados ambientes comunitarios y sociales al aire libre y en ciertos espacios del ámbito privado (vehículos particulares)». Según justifica el texto, la exposición al humo ambiental de tabaco «continúa asociándose a una importante carga de morbilidad y mortalidad para la población, donde niños y mujeres embarazadas constituyen grupos de especial riesgo». Además del impacto para la salud y el ambiental, hace tiempo que la DGT desliza la idea de que fumar en el coche puede ser tan peligroso como cualquier otra distracción, como manipular el navegador.

Otro de los aspectos que se abordan son el incorporar a la cartera básica de prestaciones farmacéuticas aquellos fármacos adecuados para el tratamiento de la adicción y un plan de formación especializada del personal residente de medicina, psicología, enfermería y farmacia.