El Parlamento Vasco pide «reforzar y adecuar» los recursos destinados a los trastornos alimenticios

Un acuerdo de mínimos que supone «un avance». Así han valorado familiares la iniciativa que ha aprobado por unanimidad el Parlamento Vasco y que insta al Gobierno vasco a «adecuar y reforzar» los recursos específicos de los programas y servicios de Osakidetza para la atención de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).

La medida va en la línea de la petición que varias familias llevan tiempo reclamando, como es el caso de Jose y Marijo, los padres de Nagore y que han relatado su historia en este periódico. Actualmente Euskadi «no cuenta con una unidad específica para trastornos alimentarios» y los intentos a través de change.org o el portal Irekia por conseguir que Osakidetza la ofrezca han caído en saco roto.

Así, han tenido que acudir a otras comunidades autonómicas en busca de ayuda. Después de consultar hospitales en Madrid, Santiago, Valencia, Santander o Barcelona, donde el tratamiento cuesta hasta «4.000 o 5.000 euros mensuales», su hija está ingresada ahora en un centro de Albacete, a 700 kilómetros de su lugar de residencia.

También han valorado el acuerdo Alexandra Ruíz de Azúa y Aitziber Samaniego, dos vascas que sufren anorexia y que han presenciado el debate desde la tribuna del parlamento. En declaraciones a los medios de comunicación han destacado el «avance» que ha supuesto la aprobación de la iniciativa parlamentaria, si bien lamentaron que en el texto no se incluya la demanda de crear una unidad especializada en estos trastornos.

En su intervención ante los medios de comunicación, las dos jóvenes detallaron el «infierno» que supone padecer un TAC, un trastorno que, según explicaron, «roba las ganas de vivir» y puede acabar arrebatando a quienes lo padecen no solo su salud, sino también sus amigos, su trabajo y su pareja. Además, lamentaron las «carencias» que presenta Osakidetza a la hora de dar respuesta a quienes sufren enfermedades como la anorexia o la bulimia, sobre las que afirmaron que siguen estando «muy estigmatizadas».

La iniciativa ha partido de la coalición PP+Cs, pero finalmente lo que se ha aprobado es un acuerdo de mínimos en torno a un texto alternativo que ha contado con el apoyo de todos los grupos de la cámara. En el texto aprobado la Cámara de Vitoria reclama al Departamento de Salud que se incluyan «aquellos servicios, prestaciones y recursos que se consideren necesarios» y se creen y refuercen los recursos específicos de los programas de atención que ya existen.

Para ello, el Departamento de Salud se ha comprometido a crear «un grupo monográfico» para analizar los TCA. La consejera Gotzone Sagardui, cuando hace dos semanas adoptó este protocolo, negó que se tomara esta decisión por la existencia de «múltiples deficiencias», y aseguró que su función será la de revisar la evidencia científica con el objetivo de proponer recomendaciones tanto en la metodología de la asistencia y la actualización de posibles recursos. Los parlamentarios con la enmienda aprobada hoy instan además al Departamento de Salud a que ese grupo cuente con la participación de «los agentes implicados y de las personas usuarias».

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