El envejecimiento eleva un 15% la demanda de plazas en centros sociosanitarios tras el alta médica
Cada año más de 300 guipuzcoanos internan en estos recursos de manera temporal al no tener familiares con capacidad para darles los cuidados que necesitan
Aitor Ansa
San Sebastián
Lunes, 4 de agosto 2025, 02:00
Tras una operación o una hospitalización larga, un paciente puede recibir el alta médica, pero no gozar de la autonomía necesaria para regresar a ... casa. Se trata, en su mayoría, de pacientes que tienen limitadas sus facultades físicas, bien por su nueva situación clínica, bien por la falta de habitabilidad de su vivienda, escasez de recursos o ausencia de personas que las puedan atender. Para estos casos Euskadi cuenta con los centros sociosanitarios, recursos asistenciales temporales que proporciona las prestaciones necesarias (sociales y sanitarias) a personas con necesidad intensa de cuidados. Cada año más de 300 guipuzcoanos que a nivel médico ya no están para seguir en un hospital pero que su estado físico no les permite retomar aún la vida que llevaban antes del ingreso son internados allí. Enfermos que, por lo general, no tienen familia o no se pueden hacer cargo.
Publicidad
Gipuzkoa cuenta con tres centros específicos para ofrecer estos cuidados: el hospital de Cruz Roja en Donostia, Argixao en Zumarraga y Torrekua en Eibar. En total, el territorio cuenta con alrededor de 200 plazas cofinanciadas con el Departamento de Salud para este tipo de pacientes y la previsión es que ese número de camas vaya en aumento en los próximos años para poder dar respuesta a una demanda creciente, fruto de una sociedad cada vez más envejecida y los nuevos modelos de familia.
Solo el año pasado, el Servicio Vasco de Salud, encargado de gestionar estos ingresos en Gipuzkoa, recibió 350 solicitudes para ocupar una de estas plazas sociosanitarias. Dos años antes fueron 303 las peticiones, según los datos facilitados por José Antonio Veras, responsable de la Unidad de Valoración Sociosanitaria de la OSI Donostialdea y coordinador Sociosanitario de Gipuzkoa en el ámbito sanitario. El incremento en este tiempo ha sido del 15,5%.
«Estos centros son cada vez más necesarios, vivimos más y los tipos de familia han cambiado»
José Antonio Veras
Coordinador
«Cuando acaba el periodo de hospitalización de un paciente que está en una cama de agudos, si los médicos captan alguna problemática sanitaria o social nos hacen una interconsulta y en ese momento entramos a hacer una valoración integral del paciente y buscamos la mejor ubicación para él», explica. Cuando el perfil es sanitario, la derivación es a unidades de media estancia. Cuando es puramente social, el paciente es ingresado en una residencia privada o acude a un centro de día.
Publicidad
Pero ocurre cada vez más que las necesidades del enfermo combinan estas dos áreas. «Son centros para pacientes con necesidades sociales y sanitarias. Estamos hablando de un nivel sanitario menor a lo que es un hospital. Allí, por ejemplo, no hay medicación intravenosa, no hay grandes tratamientos. Son tratamientos vía oral o vía subcutánea como mucho», agrega.
La hospitalización concebida como una atención puramente asistencial ha tenido que transformarse hacia este tipo de pacientes cuya dolencia suele ir asociada a dependencia y esta, a su vez, a un problema social: personas mayores dependientes que viven solas, problemas de accesibilidad en la vivienda, descontrol en la toma de la medicación, demencias...
Publicidad
«El ejemplo más claro es un paciente con una fractura en una cadera o en una rodilla», asegura Veras. «El traumatólogo le ha operado, pero no puede apoyar la pierna. Si eres una persona joven puedes coges las muletas e ir de un lado a otro sin mayores problemas. Pero cuando hablamos de personas mayores con demencias, obesidad, con difícil manejo, donde además el cuidador principal es una persona mayor, estos centros son los que nos facilitan el cuidado durante ese periodo de imposibilidad». Otra parte de los usuarios son personas en la etapa final de la vida que reciben cuidados paliativos.
De edad avanzada
La mayoría de los guipuzcoanos atendidos en un centro sociosanitario son de edad avanzada. La media de derivación a estos recursos ronda los 75 años, siendo ellas un poco más mayores que ellos –79 frente a 71–. Pero también hay gente joven y de mediana edad. Dependiendo la evolución de cada enfermo la estancia suele varias entre 6 semanas y 3 meses, aunque puede alargarse hasta los seis, incluso más, si fuera necesario. «Unos están menos y otros más, pero a nadie se le echa», recalca el responsable.
Publicidad
Son servicios cada vez más demandados y las razones son varias. Por un lado «la longevidad, las personas somos cada vez más mayores, y eso también lleva a la pluripatología, la comorbilidad, lo que ayuda al aumento de dependencia». A eso se le suman los cambios sociales. «Las familias ya no son como antes, en las que vivían todos juntos y las demás generaciones cuidaban de sus abuelos. Los hijos ya no viven tanto en el entorno porque la situación laboral también ha cambiado. Por eso este tipo de recursos van a ser cada vez más necesarios», reconoce.
Uno de los problemas a los que se enfrenta el equipo de trabajadores sociales que coordina Veras es que, habitualmente, la demanda siempre supera la oferta. Para acceder a estos recursos existe lista de espera con una demora que en estos momentos ronda el mes. En este escenario se encuentran ahora una veintena de usuarios en Gipuzkoa, de los cuales media docena aguardan en el Hospital Donostia a que se libere alguna plaza en uno de los centros sociosanitarios del territorio. «Son pacientes que están en un hospital ocupando camas sin tener que ocuparlas», explica, con lo que conlleva esta situación. Osakidetza cifra en 1.339 euros lo que cuesta pasar un día ingresado en sus centros.
Publicidad
Todos los enfermos tampoco pueden ser internados en este tipo de recursos ya que para ello es necesario cumplir una serie de criterios, aunque prácticamente el 95% son declarados aptos. Esto se decide en una reunión semanal que la Unidad de Valoración Sociosanitaria mantiene con la Diputación Foral de Gipuzkoa y donde se analiza uno por uno cada caso. «Es muy difícil que sean no aptos porque nosotros hacemos un primer filtro. ¿Cuándo se puede dar? Por ejemplo cuando es una persona autónoma, que anda normal, que la higiene la hace normal, pero te dice que no puede volver a casa. Antes de ir a un centro de estos habrá que arreglar esa casa o poner un servicio de limpieza... Estos suelen ser pacientes más jóvenes, sin deterioro cognitivo. Y otra forma de no aptitud es que la carga sanitaria sea superior a la que tiene estos recursos», detalla.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión