El oncólogo Txema Urraca, en una sala de Onkologikoa. Sara Santos

Txema Urraca, jefe de la Unidad de Gestión Clínica de Oncología de Gipuzkoa en el Hospital Donostia

«Es duro tener que dar una noticia así a un joven, pero afortunadamente las tasas de supervivencia son altas»

El oncólogo asegura que sigue «impactando» diagnosticar tumores a edades tempranas si bien muchos de esos males «tienen curación»

Aitor Ansa

San Sebastián

Domingo, 17 de septiembre 2023, 02:00

Nadie les prepara para ello pero para el personal sanitario, así como para policías, bomberos y otros profesionales que manejan el material más sensible ... que pueda haber, informar de un suceso trágico forma parte de su trabajo. Para ellos, dar malas noticias va con el sueldo. Es el caso, por ejemplo, de los médicos oncólogos. Si ya de por sí es complejo decir a un paciente que padece cáncer, la situación se torna más «dura» si esa persona no alcanza los 50 años. «El trato es diferente porque son situaciones de vida distintas. Y ese contexto es muy importante» a la hora de trasladar el diagnóstico, asegura Txema Urraca, jefe de la Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Oncología de Gipuzkoa en el Hospital Universitario Donostia. Son, añade el facultativo, en su mayoría «personas que están sacando adelante sus familias, con hijos menores, que tienen unas circunstancias de vida que te impactan» y a las que, como profesionales, deben de trasladar una valoración tan devastadora como la detección de un tumor maligno en su cuerpo.

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«Afortunadamente», recuerda, «hay muchos cánceres que tienen curación» y elevadas tasas de supervivencia, lo que provoca que el golpe que reciben estos pacientes «no sea tan grande» aunque la noticia sea un mazazo. Debido a la investigación y a los avances científicos que se están produciendo durante los últimos años, Urraca señala que este mal «hay que interpretarlo más que como una enfermedad, como una situación diferente de vida en la que hay que ayudar a la persona y a su entorno a modelar sus hábitos, su vida y sus formas a la nueva situación».

«Es importante entender que hay una serie de malos hábitos que son perjudiciales a corto y largo plazo para la salud»

Entre otras cosas, además, el sistema inmune de los adultos jóvenes está mejor preparado para afrontar estos casos. «Se supone que es más fuerte, y eso en el desarrollo y en la aparición de los tumores es una parte muy importante», explica el oncólogo. Este no hace otra cosa que «ejercer como vigilante», pudiendo incluso «destruir el inicio de un tumor. En muchas ocasiones, estamos produciendo errores en la multiplicación de nuestras células que podrían acabar en un tumor y que no termina porque nuestro sistema inmune lo evita».

«El cáncer hay que interpretarlo más que como una enfermedad, como una situación diferente de vida»

La clave de todo, no obstante, continúa estando en la prevención. «Es fundamental y muy importante que todos lleguemos a entender que hay una serie de hábitos que son perjudiciales y que a medio o a largo plazo pueden tener este tipo de consecuencias. Sabemos que si no se consume tabaco decrece muchísimo el cáncer de pulmón y otros cánceres. Es rarísimo que lo padezca una persona que nunca ha sido fumadora. También que el crecimiento de los tumores digestivos, como el de colon, está muy vinculado a los cambios de dieta. El bajo consumo de frutas o verduras es perjudicial. Son cosas que ya sabemos y que haciéndolas bien tendríamos menos posibilidades de desarrollar un cáncer», recuerda el experto guipuzcoano.

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