Los dermatólogos constatan un auge de casos de sarna en los últimos años
Las infecciones se están dando en adolescentes y niños y con casos resistentes al tratamiento, donde el paciente recae al tiempo tras mejorar
Aunque el nombre suene a una enfermedad de otro siglo, los dermatólogos están constatando en los últimos años un aumento en el número de pacientes con casos de sarna que acuden a las consultas de estos profesionales. Si hace tan solo una década las personas aquejadas con esta infección altamente contagiosa suponían una cifra residual, la situación ahora ha cambiado por completo y se pueden ver casos «diariamente o semanalmente», como afirma el doctor Aitor de Vicente, especialista en dermatología y venereología de la Policlínica Gipuzkoa. Un reciente estudio del Centro Nacional de Epidemiología, publicado el pasado mes de noviembre, ha detectado una tendencia al alza desde 2014, mientras que el Instituto Catalán de Salud (ICS) asegura que la incidencia de esta infección se multiplicó por cinco el pasado año respecto a periodos anteriores, pasando de 10 contagiados por cada 100.000 habitantes a 50 en estos momentos.
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Lo que está claro, y así lo refrendan la mayoría de expertos en la materia, es que «hay una epidemia» de sarna en estos momentos que, como otras enfermedades, «cursa en picos en diferentes épocas y ahora está coincidiendo» esta reaparición de casos, provocando «una epidemia dentro de la propia pandemia del coronavirus». No en vano, la propia crisis sanitaria puede ser uno de los factores desencadenantes de este «auge de casos muy llamativo», tal y como apunta el doctor de Vicente. «Puede ser debido al aislamiento y a estar más hacinados y más juntos en casa, que ese haya sido el origen para estar viendo ahora brotes continuados. En cualquier caso, la gente tiene que saber que es algo bastante común y que para nada se tiene que asociar con una dejadez o una falta de higiene», explica.
¿Pero qué es la sarna? Se trata de una enfermedad cutánea que está transmitida por un ácaro de 0,4 milímetros que no es visible al ojo humano y que provoca una infestación en la piel, en la capa más externa de la epidermis. Este pequeño bicho va cavando pequeños túneles y esa infestación, junto con la reacción que el ácaro hace en el sistema inmunológico, crea diferentes lesiones, traducido en la mayoría de casos en un gran picor. Asimismo, puede crear pequeñas lesiones y pápulas en las zonas interdigitales, entre los dedos, y en las flexurales, como las manos, los antebrazos, axilas o ingles. «Ahí se suelen ver pequeños surcos de pocos milímetros que son signos típicos de la infección», explica el doctor, que recalca que «puede aparecer en cualquier época del año».
LA CLAVE
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64% ha aumentado el último año la venta de medicamentos contra la sarna, según Iqvia.
Los casos clínicos que se están encontrando los dermatólogos tienen un patrón común. «Estamos viendo, sobre todo, sarna en adolescentes y niños, en la edad pediátrica» y, por contigüidad, en sus padres, al tratarse de una enfermedad «altamente contagiosa». Por ello es conveniente que, una vez corroborado el diagnóstico final, «el tratamiento lo hagan toda la unidad familiar o los convivientes», ya que el periodo de incubación es «relativamente largo», lo que puede hacer que «haya personas que estén incubando la enfermedad sin tener todavía lesiones».
El procedimiento habitual para hacer frente a la sarna consta de «una crema que lleva permetrina, una acaricida que se utiliza aplicándose en todo el cuerpo, del cuello para abajo, y dejándolo actuar toda la noche. Se hace en dos aplicaciones sucesivas, en dos semanas, con una diferencia de siete días», explica el dermatólogo de la Policlínica Gipuzkoa. No obstante, apunta que «nos estamos encontrando con muchos casos resistentes, donde el paciente hace el tratamiento, mejora temporalmente, pero a los meses vuelve a empeorar». Para estas situaciones, bastante habituales según apuntan los profesionales, existe otro remedio. «Normalmente, la mayoría suele responder muy bien a una medicación oral que es la ivermectina, que se utiliza igualmente en dos dosis únicas tomando dos compuestos con una semana de diferencia», asegura Aitor de Vicente.
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El tratamiento debe hacerlo toda la unidad familiar, ya que el periodo de incubación es «largo»
En base a los datos recopilados por la consultora especializada en el sector farmacéutico Iqvia, las ventas de medicamentos contra la sarna en el Estado han aumentado un 64% en el último año y casi se han triplicado en volumen respecto a los años previos a la pandemia. Así, entre el 1 de febrero de 2021 y el 31 de enero pasado, las farmacias españolas vendieron, por ejemplo, 489.021 frascos de Sarcop y Per me-Cure, frente a los 297.000 de los doce meses previos o los 246.000 y 220.000 en los dos años anteriores a la crisis sanitaria.
«Semanas o meses»
En ese sentido, de Vicente cree conveniente explicar a los pacientes que «el picor puede durar varias semanas o incluso algunos meses después del tratamiento», al mismo tiempo que tomar unas medidas extra de prevención. «Es muy importante lavar muy bien la ropa, sobre todo la íntima, la de cama y la de baño. Lavarla a altas temperaturas, a 60 grados, o en su defecto en seco en una tintorería. Si es ropa delicada, cerrarla herméticamente en una bolsa durante al menos 72 horas para que reinfectaciones», enumera.
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