El déficit de médicos en la Atención Primaria tensiona las Urgencias y Emergencias

El déficit de médicos de familia ha provocado que en los últimos meses Osakidetza haya pugnado con otras autonomías para atraer a facultativos para reforzar la Atención Primaria, ya que es un problema que se reproduce a nivel estatal e incluso mundial. También ha llevado a Salud a anunciar la creación de 358 nuevas plazas fijas en la Atención Primaria, que se suman a los más de 2.100 puestos temporales que se harán fijos en Osakidetza en el próximo año. El último movimiento que demuestra la envergadura del problema, tal y como adelantó ayer este periódico, es que el Gobierno Vasco impulsa una reforma de la ley de Empleo Público que contempla específicamente la «necesidad objetiva» de eximir del requisito de nacionalidad a los profesionales sanitarios extracomunitarios que puedan optar a un contrato como «personal médico especialista y personal de enfermería de Osakidetza». Se habla también de una razón «de interés general». Hoy en día, y tras el fin de los estados de alarma por la pandemia, las personas extracomunitarias no pueden firmar contratos estatutarios con Osakidetza.

Fuentes del Departamento de Salud solo confirman oficialmente que existe un déficit de médicos «en la Atención Primaria» y recalcan que es «un problema generalizado» que trasciende a Euskadi. No obstante, el Sindicato Médico de Euskadi apunta que los déficits en la Atención Primaria acaban repercutiendo en otros servicios, sobre todo en aquellos que no cuentan con una especialidad propia reconocida y que, en muchas ocasiones, se nutren de los médicos de familia. En concreto, las Urgencias hospitalarias, los servicios de Emergencias y el servicio hospitalario a domicilio. «No contamos con datos concretos del déficit que puede existir actualmente en cada servicio, pero los médicos que están al pie del cañón nos dicen que en los últimos meses se está notando la dificultad para cubrir bajas en todos estos servicios», apuntan desde el Sindicato Médico. Otras fuentes sindicales señalan que la imposibilidad de cubrir bajas se extiende a más especialidades.

Con los pediatras hay un déficit especialmente en los que desempeñan su labor en la Atención Primaria, pero no tanto en el ámbito hospitalario, según fuentes del SME.

La Atención Primaria es «la puerta de entrada a la sanidad pública y donde más se nota la carga de trabajo», sobre todo desde la pandemia de Covid, pero su «saturación» está repercutiendo también en Urgencias, «ya que muchos ciudadanos optan por acudir directamente a este servicio si tienen alguna dolencia», explican fuentes del Sindicato Médico. No es casual que las Urgencias del Hospital Donostia hayan registrado un incremento del 30% en la demanda en el último mes, donde además alertan de que «están empezando a subir las infecciones respiratorias», mientras que la atención a contagiados por Covid se mantiene «estable». Desde el SME sentencian que «en Urgencias hay un cierto colapso que deriva de lo mismo: de la falta de médicos en la Atención Primaria».

La falta de profesionales ha llevado a Salud a recortar el horario de atención a los pacientes en algunos centros de salud y ambulatorios en los últimos meses. Los esfuerzos por paliar la carencia de facultativos llevaron al Gobierno Vasco a ofrecer, a comienzos de este año, salarios de 3.000 euros mensuales y contratos mixtos –en los que los profesionales combinan ambulatorio y hospital– de larga duración, después de que Salud solo lograra cubrir un tercio de las plazas de pediatría y el 60% de las de médico de familia en la última oferta de contratación, tras poner en marcha un programa específico para «fichar» a este tipo de profesionales. «Osakidetza está contratado todo profesional disponible en el mercado laboral para ofrecer la mejor atención en los centros de salud», ha repetido en varias ocasiones la consejera de Salud.