Los hosteleros piden al Gobierno Vasco que flexibilice desde este fin de semana las limitaciones de horario y aforo con las que vienen ... trabajando las últimas semanas, con el fin de poder equipararse a las que rigen sobre el sector en las comunidades autónomas limítrofes. Desde que la semana pasada Castilla y León retrasó el cierre del exterior de bares y restaurantes de las 00.00 a las 01.00 horas, todas -Cantabria, La Rioja y Navarra- cierran sus terrazas a la una de la madrugada con un margen de seis personas por mesa. Desde que el pasado día 9 decayó el estado de alarma, los locales de hostelería deben cerrar a las 22.00 horas y servir a un máximo de cuatro clientes en cada mesa, unas condiciones que desde el primer día les han parecido «insuficientes», sobre todo porque comprometen la posibilidad de ofrecer cenas, especialmente en restaurantes. En el resto de autonomías tienen autorizada la apertura al menos hasta la medianoche.
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En este sentido, las asociaciones sectoriales de los tres territorios históricos están a la espera de que la consejería de Salud responda a la solicitud cursada hace dos semanas para poder mantener una reunión en la que analizar horarios y aforos. Son conscientes de que el jueves está prevista una reunión del LABI técnico y que se cumple el plazo de 20 días que el lehendakari, Iñigo Urkullu, anunció que debería transcurrir antes de revisar las restricciones en vigor para tratar de contener la pandemia. Por lo tanto, cabe pensar que la hoja de ruta de Lakua será analizada -y en su caso reconsiderada- durante el encuentro de la comisión de expertos que asesora al Ejecutivo autonómico.
Las claves
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Horario más restringido La hostelería vasca baja la persiana hasta tres horas antes que otras regiones, sin casi margen para cenas
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Comunidades limítrofes Cantabria, Castilla y León, Navarra y La Rioja abren ya sus terrazas hasta la 1.00 de la madrugada
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Evolución epidemiológica Euskadi registra la mayor incidencia del covid pero el sector denuncia botellones y reuniones en casas
En distintos foros hosteleros de Gipuzkoa la pretensión hace unos días era «poder abrir al menos hasta las doce de la noche», lo que garantizaría la opción de las cenas sin que ello suponga dar pie a un ocio nocturno desmedido. Y tampoco faltan las voces que reclaman estirar el límite hasta la una de la madrugada.
Los propietarios de bares y restaurantes son conscientes de que en Euskadi, aunque la evolución epidemiológica está siendo favorable, la incidencia acumulada de positivos en Covid sigue siendo superior a la de los territorios más cercanos. Este índice, que es uno de los más significativos a la hora de evaluar y modular las medias a aplicar según el plan Bizi Berri III, se situó el domingo en 228 casos por cada 100.000 habitantes. Es el más bajo de los dos últimos meses pero aún lejos del objetivo del Gobierno Vasco de rebajar los 60 contagios.
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«Agravio»
Entre los hosteleros consultados, quien más quien menos es consciente de que la situación aún no es la ideal para exigir equipararse a territorios donde la pandemia pueda estar más contenida.
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El puzle de los horarios en la hostelería
Sin embargo, imágenes como las registradas este fin de semana en el muelle donostiarra o, sobre todo, en un parque público en Azpeitia donde, según informó la Ertzaintza, «entre 300 y 400 jóvenes» realizaron un botellón -una actividad que sigue prohibida pese a que ya no exista el estado de excepción- que ya habían hecho anteriormente y que acabó en una batalla campal con cuatro detenidos, enervan a un sector que lleva más de un año trabajando con restricciones y cierres mientras proliferan las reuniones tanto en espacios públicos como en viviendas particulares. «Lo fácil es cerrar la hostelería porque no pueden controlar a todo el mundo», lamentan desde una agrupación hostelera.
Y además de esta realidad, en las distintas asociaciones vascas se acumulan las llamadas y mensajes que trasladan casos de ciudadanos vascos que se desplazan a territorios limítrofes donde pueden cenar o tomarse unas cañas hasta tres horas más que en Euskadi. Es decir, desde que acabó el estado de alarma, un vecino de Irun se puede trasladar en apenas 15 minutos a Lesaka o Bera y sentarse en una terraza hasta la una de la madrugada, el tope permitido en Navarra.
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Medidas en vigor para la hostelería vasca
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De 6.00 a 22.00 horas Los locales de hostelería tienen dos horas más para trabajar con respecto al estado de alarma, cuando debían cerrar al público a las 20.00 horas. Desde el pasado día 9, pueden abrir de 6.00 a 22.00 horas.
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Cuatro personas por mesa Cuando decayó el estado de alarma, el Gobierno Vasco se quedó sin opción de restringir las agrupaciones de personas, tal como confirmó el TSJPV. Sin embargo, sí puede limitar los grupos en determinados ámbitos y actividades, como en la hostelería, donde se autorizan cuatro personas por mesa en interiores y terrazas.
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50% en interiores Lo que no ha variado desde que se levantó el estado de alarma es el aforo de hostelería. Sigue siendo del 100% en terrazas -algunas ampliadas extraordinariamente para paliar el golpe de la pandemia- y del 50% en el interior.
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Clientela sentada. Todas las personas que consuman en un establecimiento hostelero deben permanecer sentados. Debe haber al menos metro y medio entre las mesas, que no se pueden juntar, y el consumo en barra continúa prohibido.
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Con mascarilla. Los cubrebocas para prevenir el contagio son obligatorios en interiores y exteriores. Solo se pueden retirar en el momento de la ingesta. Se desaconseja fumar, sobre todo si no se garantiza una distancia.
Otro tanto puede hacer un bilbaíno, que tiene la vecina localidad cántabra de Castro Urdiales a menos de media hora. Lo mismo que un alavés de Labastida puede plantarse en menos de diez minutos en Haro (La Rioja) o uno de Laguardia puede desplazarse en 20 minutos a Logroño. Y buena parte de vizcaínos y alaveses tienen la provincia de Burgos a un paso. «No tiene sentido que nosotros estemos cerrado y haya vascos que estén consumiendo en otros territorios», lamentan. Y algo parecido sucede con todos aquellos que tienen una segunda residencia en comunidades de alrededor. «Se está dando un agravio muy claro que nos está penalizando mucho».
Sin ocio nocturno
Desde el inicio de la pandemia los desencuentros entre el sector hostelero con el Gobierno Vasco han sido varios. Junto a alguna otra actividad como el turismo, ha sido una de las principales damnificadas por la pandemia. Es la que más cierres y restricciones ha sufrido -el ocio nocturno lleva más de un año con la persiana bajada salvo tres semanas del agosto pasado-, y también la que más a apretado al Ejecutivo de Urkullu.
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De hecho, el TSJPV ordenó reabrir pubs y discotecas durante unos días en agosto, y el pasado febrero, en una sentencia que destapó la caja de los truenos, ordenó la reapertura cautelar del sector, independientemente de la incidencia del virus en los distintos municipios. Ahora, ya sin estado de alarma, con una evolución favorable de la pandemia de la mano del ritmo de vacunación, los hosteleros confían en ver mejorado su panorama laboral.
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