Los centros de urgencias de Gipuzkoa afrontan un verano con medio millar de turnos aún sin médico

Las enfermeras pueden, entre otras competencias, valorar síntomas, hacer triajes, realizar curas... Pero no diagnosticar enfermedades, expedir recetas o atender casos graves, funciones reservadas a los médicos. Por ello cuando no hay un galeno en el PAC, en esos casos deben derivar a los pacientes a otro centro o a los servicios de Urgencias de los hospitales, cuando la existencia de los PAC es precisamente para reducir la carga de trabajo en los hospitales atendiendo en ellos las urgencias no vitales y evitar al paciente tener que acudir al hospital si no es estrictamente necesario.

Según los últimos datos disponibles, a finales de mayo Osakidetza tenía sin cubrir para este verano hasta 480 turnos en los PAC solo de la OSI Donostialdea, según informa el Colegio de Médicos de Gipuzkoa. Esto es, para los centros de urgencias de San Sebastián (Bengoetxea, Amara Berri y Gros), Hernani, Errenteria y Zarautz. Hay otros siete PAC en el resto de Gipuzkoa: Irun, Tolosa, Beasain, Zumarraga, Azpeitia, Eibar y Bergara.

Ante esta incertidumbre, fuentes de Osakidetza recordaron ayer que «el plazo para la contratación de facultativos en estos centros sigue abierto», al tiempo que «continúan las negociaciones» entre el departamento de Salud del Gobierno Vasco y los sindicatos para definir las condiciones laborales, por lo que consideran prematuro anticipar si se van a poder cubrir o no todas las necesidades.

Son precisamente las condiciones salariales las que están detrás del conflicto. José Luis Paulín, delegado de Atención Primaria en Gipuzkoa del Sindicato Médico de Euskadi (SME), explica que «es un problema que viene desde 2018». Apunta que «cuando entonces empezó a haber problemas para cubrir turnos de médicos, Osakide-tza estableció un precio de 60 euros para las horas extras en las urgencias de Atención Primaria y de 33 euros en los PAC». Esa diferencia «nos pareció intolerable y un menosprecio, pero por responsabilidad hacia los pacientes y compañerismo hacia los médicos, enfermeras y administrativos de los PAC, aceptamos cubrir los turnos necesarios a ese precio, aunque seguimos reclamando la equiparación». Una igualdad que llegó en verano del año pasado, cuando «al no haber obtenido resultados, empezamos a plantarnos y Osakidetza accedió a pagar las horas extras en los PAC igual que en los ambulatorios». Esa situación «ha durado hasta febrero de este año. La organización –como se refieren los profesionales sanitarios a Osakidetza– decidió volver al esquema anterior, razón por la que ha vuelto a tener problemas para cubrir plazas».

María Belén Alonso, secretaria general del Colegio Oficial de Médicos de Gipuzkoa (Comgi), recuerda en este sentido que «hablamos de turnos que son voluntarios, cubiertos por médicos de ambulatorios o de los propios PAC que renuncian a una parte de sus vacaciones y tiempo de descanso para seguir ofreciendo asistencia urgente a los ciudadanos. Qué menos que al menos les compense económicamente».

Ante el problema que se vislumbre para el verano, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui (PNV), ofreció la semana pasada a los sindicatos equiparar el precio/hora en los PAC al de los ambulatorios, los 60 euros mencionados, pero solo «en los periodos de mayor presencia de usuarios». Paulín traduce esta acotación. «Son 60 euros hasta las 20.00 horas, el resto sigue a 33, y sin complementos por nocturnidad, festivo, fin de semana... Se paga igual un martes por la tarde que un sábado por la noche o un festivo», denuncia.

La situación actual es que Osakidetza tiene problemas para cubrir con personal suficiente todos los turnos médicos en los PAC, por lo que habrá momentos o días en los que no haya facultativos, y será personal de enfermería el que asumirá la principal responsabilidad.

En Semana Santa, de los 375 turnos de trabajo que se realizaron entre el 6 y el 10 de abril en los 45 PAC de Euskadi, una veintena carecieron de médicos.

Los colegios oficiales de médicos y de enfermería de Gipuzkoa hicieron ayer público un comunicado en el que denuncian esta situación, que «traspasa todas las líneas rojas», y piden a Osakide-tza «igualar» las condiciones laborales de los PAC a las de los ambulatorios «para asegurar una asistencia adecuada a los ciudadanos».