Ane Elordi y Jon Zabala, en el campus donostiarra de la EHU. José Mari López

La Korrika más científica y cinematográfica calienta motores

La edición de 2026 viene a confirmar la tesis de la EHU sobre su efecto en el bienestar social y aportará material al documental que graba Ander Iriarte

Gaizka Lasa

San Sebastián

Lunes, 17 de noviembre 2025, 00:13

Va calentando motores la Korrika 2026 que se celebrará entre el 19 y el 29 de marzo. En próximas fechas se irán dando a conocer detalles como el logo o el recorrido, pero ya se sabe que la del año que viene será una edición especial, al menos por dos motivos. Servirá, en primer lugar, para confirmar la tesis publicada por el investigador de la EHU Jon Zabala, según la cual la Korrika tiene efectos psicológicamente positivos en el bienestar social y el empoderamiento colectivo, en base a la teoría de Emile Durkheim. Y en segundo lugar, aportará un valioso material para el documental que graba el cineasta Ander Iriarte y que aspira a ser presentado en el Zinemaldia 2027.

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Jon Zabala ha defendido este año la tesis del grupo de investigación Cultura, Cognición y Emoción de Psicología Social de la EHU, que se ha basado en la Korrika para extraer conclusiones significativas. Según Zabala, «el ser humano es un ser social, y la participación en ritos colectivos tiene múltiples efectos psicológicos positivos, como grupo y también como individuo». Según su investigaciones, «la participación en ritos colectivos favorece la integración social, influye positivamente en las creencias sociales y empodera tanto a nivel individual –en el nivel de autoestima y en el de satisfacción con la vida– como colectivo, entre otras cosas. A mí se me ocurrió que lo más apropiado era analizar la Korrika, aunque también se estudió la Tamborrada y se encontraron rasgos parecidos».

«Participar en ritos colectivos favorece la integración social y empodera tanto a nivel individual como colectivo»

Jon Zabala

Investigador de EHU

Zabala concluye que en la Korrika se cumple la teoría de Durkheim. Sobre una muestra de los participantes en la edición de 2019, la investigación se realizó en tres fases: antes, durante y después del evento. Para la recogida de datos, los participantes rellenaron tres cuestionarios en línea, uno por cada fase. Según los investigadores, «los indicadores de bienestar de los participantes muestran niveles más altos tras su participación en la Korrika que antes de participar en ella. Y en algunos de estos indicadores —por ejemplo, en el caso de la integración social—, dicho nivel se mantiene hasta seis semanas después». Mediante pruebas estadísticas, los investigadores han confirmado, además, que es la «efervescencia colectiva» a la que se refiere Durkheim la que explica dichos efectos positivos. «Los participantes se sienten más integrados en el grupo, en su pueblo y en la comunidad, más empoderados colectivamente y, además, tienen una visión más positiva de las personas y de la sociedad», señala Zabala. La investigación y el ejemplo concreto de la Korrika han sido citados recientemente en un artículo de 'The Guardian', poniendo el caso del euskera en el mapa internacional.

Objetivo, Zinemaldia 2027

Lo celebra Ane Elordi, responsable de Korrika. «Yo siempre digo que lo que Korrika genera es ese cúmulo de emoción interna. Jon lo ha traído al papel científico. Lo ha probado». Secunda así las palabras que la bertsolari Maialen Lujanbio publicó para referirse al trabajo: «Bagenekien baina orain zientziak frogatu du». Elordi señala que «son años trabajando en esto y la corriente que ha generado ha dado lugar a más estudios, por ejemplo tres trabajos de fin de grado en 2023».

La responsable de Korrika recuerda que el evento ha tenido dos objetivos: la promoción del euskara y la obtención de recursos para AEK. Ha tenido éxito y va hacia arriba. Creo que ha contribuido a esa sensación de colectivo y amistad. En medio del individualismo, es un refugio. Sentimos que de esa unión surge una esperanza de un futuro en torno al euskera. Arroja la consciencia de que algo hay que hacer».

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Zabala añade que «los retos y frustraciones que sentimos con el euskera se mitigan en la Korrika. Recordamos que merece la pena estar a favor del euskera. Eso nos empodera y activa como sociedad».

«Lo que siempre decimos que genera este evento en cuanto a emociones lo trae el equipo de Jon Zabala al papel científico»

Ane Elordi

Responsable de Korrika

Lo ha percibido también el cineasta oiartzuarra Ander Iriarte, quien se ha embarcado en un ambicioso proyecto de documental que busca hacer una amplia radiografía de los retos del euskera. En marzo grabará la 24ª edición de la Korrika, pero ya lleva un tiempo filmando los entresijos de la organización y entrevistando a personalidades importantes en el mundo lingüístico. Cuenta Ane Elordi que «plasmará sobre todo por dónde respira el mundo del euskera, con citas tan ilustres como las de Iñaki Iurrebaso o Jon Sarasua».

A través de una campaña de crowdfunding se ha logrado un 20% del presupuesto total, unos 40.000 euros, dentro de un proyecto calculado en 300.000 euros. Tras las imágenes de la propia edición, más las entrevistas y la posterior edición, la hoja de ruta apunta como objetivo presentarlo en el Zinemaldia 2027.

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Elordi anticipa una reflexión que pretende recoger el documental. «Va sobre la euskaldunización de adultos. Nuestros padres aprendían porque querían. Hoy se ha impuesto el valor instrumental del idioma, junto con una pérdida de identidad. A AEK le parece interesante ofrecer un camino a aquellos que sienten de verdad esa activación a raíz de la Korrika», un evento ya científico y cinematográfico.

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