La investigación que acaba con el mito sobre los huevos fritos: «No son ellos, son el bacon o las salchichas»
Un nuevo estudio de la Universidad del Sur de Australia ha comprobado que los huevos fritos no suben el colesterol sino que pueden incluso bajarlo
J.M.
Martes, 22 de julio 2025, 08:23
Durante décadas, los huevos —y especialmente los huevos fritos— han sido señalados como enemigos del corazón por su contenido en colesterol. Sin embargo, una nueva investigación liderada por la Universidad del Sur de Australia (UniSA) desafía este viejo paradigma y aporta nuevas pruebas a favor de este alimento básico.
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Publicados en el American Journal of Clinical Nutrition, los resultados del estudio mundialmente pionero desmontan la idea de que los huevos elevan el colesterol «malo». Según los investigadores, el verdadero enemigo de la salud cardiovascular no es el colesterol dietético, sino las grasas saturadas.
El trabajo, encabezado por el profesor Jon Buckley, examinó cómo afectan por separado el colesterol y las grasas saturadas a los niveles de LDL, el tipo de colesterol considerado «malo». La sorpresa llegó al descubrir que «comer dos huevos al día (como parte de una dieta alta en colesterol pero baja en grasas saturadas) en realidad puede reducir los niveles de LDL y disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas».
Estos hallazgos ponen en duda décadas de recomendaciones nutricionales que demonizaban los huevos como un factor de riesgo para el corazón. Como recuerda Buckley, «durante mucho tiempo, los consejos dietéticos obsoletos han dañado injustamente los huevos», pese a que «son altos en colesterol, pero bajos en grasas saturadas».
Uno de los puntos fuertes del estudio es que logró separar los efectos del colesterol dietético de los de las grasas saturadas. «En este estudio, separamos los efectos del colesterol y las grasas saturadas, y descubrimos que el colesterol alto proveniente de los huevos, cuando se consume como parte de una dieta baja en grasas saturadas, no aumenta los niveles de colesterol malo —explica—. En cambio, fue la grasa saturada la que realmente provocó la elevación del colesterol».
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La investigación también apunta al contexto en que se consumen los huevos como clave para su impacto real en la salud. «Podríamos decir que hemos aportado pruebas contundentes en defensa del humilde huevo», afirma el investigador, quien señala además que «no es el huevo sino algunos alimentos que lo acompañan a menudo, como el bacon o las salchichas, lo que realmente tiene más probabilidades de afectar la salud cardíaca».
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