Stefania Giannini: «La inversión en educación es la más inteligente para un país»

– Teniendo en cuenta la crisis de vivienda y la tardía para independizarse, la calidad de vida de los jóvenes de hoy en día es peor que aquella que tuvieron sus padres. Las nuevas generaciones son conocidas como 'la generación perdida', ¿está de acuerdo con esta etiqueta?

– Los jóvenes hacen frente a barreras sistemáticas que les previenen de alcanzar su máximo potencial: desde obtener viviendas asequibles, hasta sueldos dignos y carreras estables con las que conectar la educación con oportunidades laborales. Llamar a los jóvenes 'generación perdida' es ampliamente catastrófico y pone en riesgo opacar su resiliencia y creatividad. Todas las generaciones hacen frente a obstáculos, y los jóvenes del ahora no son ninguna excepción, enfrentándose a crisis mundiales como pandemias y el cambio global. La visión de la Unesco es que nos deberíamos centrar en empoderar a la generación joven mediante inversiones en educación, salud mental y equidad. La pregunta no es si esta generación va a vivir 'mejor' o 'peor' que sus padres sino cómo construir un futuro juntos para que todos podamos prosperar.

– ¿El cierre de las escuelas por la pandemia incrementó la desigualdad educativa?

– Absolutamente. Durante la pandemia, 1.600 millones de estudiantes se vieron afectados por cierres de escuelas, un fenómeno que alimentó la desigualdad educativa. Estos impactos fueron más significativos en grupos marginalizados, especialmente aquellos que no tenían acceso a tecnologías o recursos adicionales como tutores privados o clases extracurriculares.

– ¿Qué necesitan los países menos desarrollados? ¿Más educación? ¿Más inversión?

– Una mayor inversión en educación es clave pues es, a su vez, la inversión a largo plazo es la más inteligente que un país puede hacer. A nivel individual, cada año adicional de educación puede aumentar los ingresos de una persona hasta en un 10%. Y a nivel social, una fuerza laboral más educada no solo genera mayores ingresos tributarios, sino que también reduce los costos asociados a servicios sociales.