El proyecto de detección temprana de trastornos del aprendizaje llegará a 250 colegios vascos

Mirar de frente a la dislexia, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la disortografía o la discalculia y abordar estos trastornos del aprendizaje -«que a nivel global amenazan al 7% de los niños»- es uno de los principales objetivos del área de Educación en Euskadi. Para ello, pusieron en marcha hace tres años el pilotaje de este proyecto, enfocado a niños de entre 6 y 8 años y que ahora estudian ampliarlo también al aula de 5 años en Infantil. «Vimos que el trabajo estaba dando sus frutos en los colegios en los que se había implementado este plan de choque», cuenta Ikazuriaga, y por ello el año pasado se decidió ampliar la muestra a 97 centros educativos.

La iniciativa, que es voluntaria, está siendo «un éxito» y los colegios vascos han mostrado «un interés muy grande». Así, de cara al curso 25/26 que arranca en septiembre serán ya 250 centros los que tengan en funcionamiento este programa.

El principal objetivo es «detectar si hay alumnado en riesgo de padecer estos trastornos». Si así lo fuera, se diseñaría un itinerario académico personalizado. «Una intervención temprana es clave para reducir los efectos negativos en el cerebro de estos trastornos», señala Ikazuriaga. Las señales que indican que un niño puede sufrir alguno de estos trastornos son, entre otras, su capacidad para recordar o explicar cosas, si se despista con mucha frecuencia, si es muy desorganizado, etc.