«En unos años notaremos el gran descenso de la natalidad»

– Todavía estamos en ello. Vistas las preinscripciones, entendemos que van a ir muy bien, supongo que de forma similar al año pasado. En toda la universidad ofertamos 8.709 plazas y ha habido cerca de 20.000 preinscripciones, lo que nos da una idea del atractivo de la universidad.

– ¿No le inquietan las consecuencias del descenso de la natalidad?

– Por supuesto. A mí me inquieta como ciudadana y de cara al futuro de la universidad y de lo que es la ciencia y el conocimiento. A corto plazo todavía no lo vamos a ver porque el gran descenso lo notaremos dentro de unos años, pero desde luego esto no elimina nuestra responsabilidad. Desde las instituciones y desde la universidad tenemos que estar preparados para cuando llegue ese momento. Como rectora creo que quien dirija la universidad tiene que tener claro que lo que pase el año que viene o el siguiente no va a ser lo que siga pasando. Hay que ir poniendo los mimbres y los cimientos porque a partir de 2030 está claro que, sean cuales sean las soluciones que se vayan buscando demográficamente, el perfil de los alumnos no va a tener nada que ver con el que tenemos ahora. Cómo va a ser no lo sabemos muy bien, pero que no va a ser igual, eso sí que es una certeza.

– Tienen dos premios Nobel. ¿Piensan fichar a más?

– Esto puede considerarse un poco anecdótico, pero también es cierto que de alguna manera hace ver que somos una universidad atractiva. Está bien que venga gente ya consolidada, pero también está muy bien que tengamos una cantera que sea susceptible de ser premio Nobel en su momento, que tengamos un sistema investigador y una proyección de nuestra investigación de vanguardia a largo plazo que permita que en esta universidad haya el sustrato necesario y suficiente para que pueda salir un futuro premio Nobel.