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Los científicos europeos avalan Ozempic y Mounjaro contra la obesidad, antes que cualquier otro fármaco

La Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad publica en Nature directrices para la pérdida de grasa corporal y respalda la semaglutida y la tirzepatida como tratamiento de primera línea

Jueves, 2 de octubre 2025, 12:22

Para poner orden a las terapias contra la obesidad en un mercado afectado por la irrupción de una cantidad creciente de fármacos, la Asociación Europea ... para el Estudio de la Obesidad (EASO, por sus siglas en inglés) publica unas directrices que avalan el uso de semaglutida (comercializada como Ozempic) y tirzepatida (Mounjaro) sobre las demás opciones. «El número de medicamentos disponibles para tratar la obesidad ha aumentado de forma constante en los últimos años y se espera que siga creciendo, ofreciendo a los médicos una selección más amplia de agentes con distintos mecanismos de acción para su uso junto con intervenciones en el estilo de vida», comentan los autores en el artículo 'Marco para el tratamiento farmacológico de la obesidad y sus complicaciones de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO)», publicado este jueves en Nature. «Dado que la eficacia de los diferentes medicamentos para la pérdida total de peso y sus efectos sobre las complicaciones relacionadas con la obesidad varían, la terapia personalizada basada en las características individuales del paciente se ha vuelto factible y necesaria».

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En este estudio europeo, basado en los resultados de los ensayos clínicos incluidos en los metaanálisis publicados, «todos los medicamentos aprobados reducen significativamente el peso corporal en comparación con el placebo. Sin embargo, la eficacia en la pérdida total de peso varía según el medicamento. En los ensayos disponibles, tanto la tirzepatida (Mounjaro) como la semaglutida (Ozempic o Wegovy) dieron como resultado una pérdida total de peso de más del 10% en comparación con el placebo, mientras que el orlistat (vendida en España bajo el nombre comercial de Xenical), la naltrexona-bupropión (Mysimba), la liraglutida (Victoza) y la fentermina-topiramato (Adipex o Lomaria) tuvieron efectos menores. Estos fármacos han sido aprobados tanto por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) como por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).

«Aunque su aprobación para el tratamiento de la obesidad es relativamente reciente, la evidencia científica tanto para la semaglutida (un agonista del receptor del péptido similar al GLP-1) como para la tirzepatida (un agonista dual del polipéptido inhibidor gástrico GIP y del receptor de GLP-1) se ha ido acumulando rápidamente», aseguran después de evaluar cada «medicamento individual en función de su eficacia para promover la pérdida total de peso, su impacto en las complicaciones y su perfil de seguridad».

A partir de «las opiniones compartidas de expertos y la experiencia clínica de los autores» desarrollaron un «algoritmo de tratamiento» para orientar a los especialistas según el adelgazamiento, sus complicaciones y la seguridad. Esta investigación sería «el primer marco de referencia guiado por la presencia o ausencia de complicaciones relacionadas con la obesidad», dice Barbara McGowan, investigadora del departamento de Endocrinología y Diabetes del hospital Guy's & St Thomas's de Londres, primera autora del estudio en el que han participado instituciones españolas como el Centro de Investigación CIBIS de la Universidad de Almería, el Instituto de Salud Carlos III y el Hospital Universitario Vall d'Hebron.

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Aunque todos los autores el artículo, menos dos, declararon conflictos de intereses, al haber recibido honorarios de las farmacéuticas analizadas o pertenecer a algún consejo asesor, otras opiniones de expertos independientes ajenos al estudio, recabadas por Science Media Center, aseguran que este posicionamiento de los expertos europeos representa un «cambio de paradigma», porque «se centra en las complicaciones de la obesidad a la hora de elegir el tratamiento», dice Cristóbal Morales, investigador en Endocrinología y Nutrición del Hospital Vithas de Sevilla.

Frente a un tratamiento «complejo» que «requiere del control del peso corporal y en el que intervienen muchos factores, tanto fisiopatológicos como emocionales», el algoritmo presentado «ayuda al profesional médico a la hora de establecer un tratamiento farmacológico para personas que padecen obesidad», ratifica Josefa García Barrado, investigadora del grupo Neuroendocrinología y Obesidad de la Universidad de Salamanca. Ahora bien, no se debe olvidar que también «existe una faceta no farmacológica necesaria para poder cumplir con los objetivos de pérdida de peso» y que «os algoritmos solo ayudan a respaldar algunas decisiones terapéuticas».

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En todo caso, con evidencia científica recabada hasta enero de 2025, los miembros de la asociación para estudiar la obesidad concluyeron que tanto Ozempic como Mounjaro «deben» ser la primera opción en cualquier terapia que requiera «una pérdida sustancial de peso corporal total. Cuando el objetivo es una pérdida de peso menor, se pueden considerar otros medicamentos, como la liraglutida, la naltrexona-bupropión y la fentermina-topiramato». Ambas, semaglutida y tirzepatida, son «las recomendaciones de primera línea» tanto para la «enfermedad de la masa grasa (más propensa a complicaciones mecánicas)» como para «la enfermedad de la grasa enferma (más propensa a complicaciones inmunológicas y metabólicas)».

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