«Estaban empapados pero tranquilos»

El antiguo pesquero reconvertido en buque de rescate llegó a la zona SAR (Save and Rescue, en inglés) el pasado día 21 en su quinta misión humanitaria, y desde entonces se ha dedicado a vigilar una de las zonas más mortíferas para los migrantes, en la que se han rescatado a más de 700 personas el último mes, y desde enero más de medio millar ha muerto en un intentó por buscar un futuro mejor.

Sobre las tres de la tarde de ayer, durante la labor de vigilancia rutinaria, avistaron una embarcación en aguas maltesas, por lo que la tripulación del 'Aita Mari' puso en marcha el protocolo de rescate, señala Izaskun Arriaran, enfermera a bordo. Dicho procedimiento consiste en, una vez que se tiene localizada una embarcación, «se informa a las autoridades», y posteriormente, se procede al «acercamiento al bote. Vamos con la lancha, vemos la situación que hay, cuántas personas van a bordo y el estado en el que están». A continuación, «se reparten los chalecos salvavidas y en ese momento empezamos con el acercamiento. Hemos hecho varios viajes para traerlos al 'Aita Mari', en grupos de seis u ocho personas», comenta al otro lado del teléfono.

Al llegar al barco, «les hemos hecho test de antígenos, y han dado todos negativos. Buena señal. Pero a pesar de eso, seguimos con el protocolo y las medidas básicas de prevención», señala la sanitaria, consciente de que un caso de coronavirus positivo podría dificultar aún más la segunda fase del rescate que ahora comienza.

Con el medio centenar de migrantes a bordo, el siguiente paso es lograr la adjudicación de un puerto. «Hasta que no nos den una respuesta no podemos hacer nada», comenta Izaskun, quien explica que al estar en aguas maltesas debería ser Malta quien liderara la coordinación para asignarles un puerto seguro». No obstante, vista la posición de perfil que ha mantenido el país en anteriores ocasiones, todo apunta a que esta vez no será distinto.

Esta ha sido la segunda intervención del Aita Mari desde que zarpó el 8 de mayo del puerto almeriense de Adra, cuando dieron con una patera a la deriva con 16 personas a la altura de Murcia. Avisaron al barco de salvamento 'Guardamar Caliope' y aguardaron a su llegaba antes de reemprender la navegación.