La crónica

Perseguido por todas las maldiciones

Un Eibar que se adelantó pronto gracias a otro gol de Jorge Pascual se dejó remontar tras un penalti de Sergio y desperdició una pena máxima mal lanzada por Corpas

Sábado, 7 de diciembre 2024, 01:00

Ni marcando al poco de comenzar el partido, ni de penalti en la prolongación. El Eibar volvió a ser incapaz de sumar lejos de ... Ipurua y, pese a que Jorge Pascual volvió a marcar por cuarta vez en los últimos cuatro partidos, una vez más vio como un exarmero, en este caso Óscar Sielva, completó la maldición que los armeros vienen sufriendo en sus desplazamientos esta temporada. Todo un lastre que, además de dejarle siempre a expensas de ganar en casa, va mermando las esperanzas y las opciones de estar al final de la campaña en la pelea por lograr el ascenso.

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El mismo once

Han tenido que transcurrir las 18 jornadas consumidas desde que dio comienzo el campeonato para que el preparador azulgrana decidiera a repetir por primera vez la misma alineación empleada en el anterior partido. Señal inequívoca de que al elgoibarrés le gustó lo que vio ante el Cartagena en un partido 'trampa' lleno de urgencias que se paliaron, pero que no se resolvieron por completo.

Porque una vez que certificó su poderío como anfitrión en Ipurua, también iba siendo hora de que se trajera algún 'souvenir' de sus visitas, tras haberse vuelto de vacío de sus últimos cinco desplazamientos, concretamente desde que el 22 de septiembre se tuvo que conformar con un empate (2-2) en Almería allá por la sexta jornada.

Y más sabiendo que la distancia respecto a la última plaza de playoff de ascenso se había incrementado hasta los cinco puntos, por lo que todo lo que no fuera traerse un triunfo del Alcoraz volvería a frenar sus apiraciones de regresar a la zona noble de la tabla.

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Con esa determinación se tomaron el choque los azulgranas, que impulsados por la confianza restablecida el pasado lunes en Ipurua, apenas necesitaron ocho minutos para trasladar su determinación al marcador.

Y como ya se ha convertido en costumbre en las últimas citas Jorge Pascual se encargó de dar la dentellada final al manjar que Corpas le dispensó tras robar el ingrediente principal a escasos metros del área oscense. El jienense levantó la cabeza para ver quién rondaba por el área y cuando vio que el almeriense tenía la zarpa preparada en el punto de penalti, se lo sirvió en bandeja.

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El Huesca, que venía de sanar sus heridas con una holgada victoria en Oviedo (0-3) y de pasar a la siguiente ronda de la Copa del Rey tras eliminar al Nástic, hizo un amago de revolverse por medio de un Enrich que reclamó penalti por agarrón de Carrillo, pero la sensación que se repiraba en terreno aragonés era que el Eibar podía y debía rematar a su oponente.

Lo intentó Madariaga con un zapatazo que el meta local rechazó y tampoco lo consiguió Nolaskoain, cuyo cabezazo a la salida de un córner pegó en el brazo de Kortajarena. Fue tan involuntaria como el penalti que le señalaron a Carrillo en El Sardinero, solo que en este caso el jugador del Huesca tenía el brazo desplegado, pero el árbitro se desentendió de la acción.

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Pero en cuanto los armeros levantaron un poco el pie del acelerador, los de Antonio Hidalgo consiguieron dar con el interruptor que les iluminó el camino para llegar hasta los dominios de Jonmi. Lo venía señalando Gerard Valentín, que en una de sus innumerables incursiones por el flanco defendido por Cristian, generó el pase que llegó rebotado a pies de Villarrasa, que conectó a la perfección con un Patrick Soko que batió a Jonmi con un inapelable cabezazo.

El camerunés volvió a poner en apuros al meta zornotzarra, que salvó a su equipo cuando más sufría al filo del descanso, y sobre todo cuando sacó una milagrosa mano para despejar un disparo cruzado de Javi Hernández que llevaba toda la pinta de convertirse en el tanto de la remontada oscense.

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Cruel desenlace

En cuanto vio que la cosa se ponía aún más fea, Etxeberria recurrió a Matheus, de vuelta en la convocatoria al igual que Fuzato tras casi dos meses de ausencia, pero lamentablemente el ansiado regreso del brasileño no impidió que la escuadra aragonesa diera la vuelta al marcador gracias a un penalti cometido por Sergio que ex armero Sielva no desperdició.

Si lo hizo, en cambio, Corpas, que en lugar de coronar la que habría sido una gran actuación, lanzó a las manos del portero la pena máxima que habría permitido rescatar un punto.

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