San José charla con el capitán Arbilla en un entrenamiento en Areitio. MORQUECHO
Eibar

El declive armero debe parar en seco

La mala trayectoria fuera, donde solo ha sumado un punto de 18 posibles, empuja a la zona baja a un Eibar que tampoco se sostiene en Ipurua

Martes, 4 de noviembre 2025, 01:00

La quinta derrota consecutiva lejos de Ipurua ha encendido las alarmas en el Eibar. Con solo un punto de 18 posibles fuera, solo una ... Real Sociedad B que lo ha perdido todo fuera de su estadio, le impide llevar colgado el cartel de peor visitante de la categoría. Una situación que no es nueva, pero que comenzó a tomar un cariz más que preocupante desde que el conjunto de Beñat San José también empezó a fallar en Ipurua, donde apenas ha sido capaz de amarrar tres empates en sus últimas apariciones en un estadio que está perdiendo su efecto.

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Un problema recurrente. Las penurias que los azulgranas arrastran en sus desplazamiento no son nuevas puesto que para diciembre del año pasado Joseba Etxeberria ya había llegado a enlazar siete derrotas seguidas a domicilio, dos más de las que acumula el técnico donostiarra desde que el pasado 12 de mayo conquistó su único triunfo fuera en los 27 partidos que ha dirigido a la escuadra azulgrana. El Eibar tiene un problema fuera de casa. El equipo intenta jugar, compite por fases, genera fútbol, pero lejos de casa, su cara es otra. La fragilidad defensiva y la desconexión en momentos clave están marcando la diferencia.

Problemas en las dos áreas. En su afán por mantener intactas las señas de identidad que ha querido forjar desde su llegada, San José apenas ha variado su propuesta pese a los malos resultados. Once goles ha recibido el Eibar en las seis visitas realizadas. Pero es que en ataque tampoco carbura lejos de Ipurua. Cuatro tantos es todo lo que ha conseguido anotar, muy poco para tratar de sumar fuera. El hecho de que solo haya dejado su portería a cero en cuatro ocasiones en lo que va de curso refleja un problema de fondo que ha salido a la superficie tras los tres goles recibidos a manos de la UD Las Palmas y el Almería en sus dos últimos viajes.

No más lesiones que otros. Pese que en el último choque el Eibar no pudo contar con Ares, Nolaskoain, Sergio Álvarez, Cubero, Mada y Guruzeta, las lesiones no pueden servir como único pretexto, puesto que todos de alguna u otra forma las sufren en el transcurso de la temporada y porque este es el mismo plantel que llegó a colarse entre los puestos cabeceros tras sumar diez puntos en las primeras seis jornadas, en las que primero le faltó Baustista y después un Martón que se había estrenado marcando un gol en sus dos primeros partidos como armero. Tampoco se puede achacar este bache a la falta de experiencia. Hay jugadores con talento y partidos en la categoría para cambiar la historia.

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El papel de San José. Con solo tres puntos conquistados de los últimos 18 posibles, el pasional discurso con el que San José llegó a contagiar de ilusión a una afición armera que se enganchó con el equipo choca de pleno con una realidad en la que resuenan las voces de seguidores y abonados que reclaman una solución por parte de la directiva, alegando que la situación es incluso más grave que cuando el año pasado se destituyó a Etxeberria con el equipo a cinco puntos de los puestos de descenso. Aunque por el momento parece que la calma se mantiene en las altas esferas de la entidad azulgrana, no cabe duda de que el partido que el conjunto eibarrés afrontará el sábado (16.15 horas) ante el Albacete en Ipurua se antoja toda una prueba de fuego.

Recuperar el efecto Ipurua. Todo lo que no sea ganar de nuevo en casa incrementará aún más la tensión que se respira entre la masa social armera, aterrada por ver a su equipo coqueteando con las posiciones de descenso después de quedarse a las puertas de volver a subir a Primera en tres de las cuatro campañas precedentes. Es fundamental recuperar el conocido 'efecto Ipurua' para que el estadio vuelva a ser el fortín inexpugnable que sustenta toda la estructura del club. El Eibar necesita sentir el calor desde unas gradas que se han ido vaciando paulatinamente. Necesita volver a ser el equipo incómodo, valiente y rebelde ante la adversidad. Tiene entrenador y plantilla para hacerlo.

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