Cierra la emblemática tienda de Vinos Ezeiza: «No hay nadie de la familia que quiera ocuparse de la tienda»
El emblemático local ubicado en la calle Prim, baja la persiana después de 81 años por la jubilación de su actual propietario, Bernardo Anabitarte
«Se vende por jubilación», anuncia un cartel fuera de la emblemática vinatería, Vinos Ezeiza, ubicada en la esquina de la calle Prim 16 de San Sebastián. Un comercio que baja la persiana después de 81 años debido a la jubilación de su actual propietario, Bernardo Anabitarte.
Publicidad
«Tengo 88 años, ya va siendo hora de jubilarme», bromea Anabitarte, quien ha estado «toda una vida» detrás del mostrador, mientras atiende a los clientes que no dejan de entrar y salir del establecimiento, que abrió el donostiarra Manuel Eceiza Larzabal en el año 1944. Dos años después de su inauguración, en 1946 Manuel hizo venir a su sobrino José Antonio Peña (1935-2022) que sólo contaba con 11 años y cuando este tuvo que cumplir con 'la mili', fue cuando se incorporó a su primo Bernardo Anabitarte a la tienda.
Los «años dorados del negocio fueron los años 60», admite Bernardo. «Cuando de chavales íbamos al Buen Pastor a darles tarjetas a los turistas para que vinieran al local a comprar vino. Dábamos en castellano, italiano y francés», cuenta mientras enseña algunas que todavía conserva en varios idiomas. Y es que el tendero todavía se mueve con soltura por los rincones de esta joya en el pleno centro de la capital guipuzcoana, que «en su día llegó a albergar hasta 12 trabajadores». Una tienda que suscita curiosidad a todo aquel que pasa por delante de alguno de sus siete escaparates adornados con botellas de diferentes tamaños y colores.
Falta de relevo generacional en Vinos Ezeiza
«El negocio no va mal, pero no hay relevo generacional. No hay nadie de la familia que quiera ocuparse de la tienda y creo que lo mejor es venderlo», admite el donostiarra que ha atendido durante muchos años «de 8.00 de la mañana hasta las 22.00 horas de la noche» en el local que dispone de una planta baja de 144 metros cuadrados y de un sótano de 200 en donde se esconden vinos del año 1925.
Noticia relacionada
Vinos Ezeiza anuncia su cierre en San Sebastián
Este local de San Sebastián hasta ahora ha mantenido el aspecto de bodega antigua con sus estanterías de madera hasta el techo repletas de botellas, vinos y licores, entre los que destaca su propio pacharán 'Ezeiza' y varios vinos de Oporto. También se pueden comprar algunas conservas, guindillas y el queso Otatza, uno de los quesos Idiazábal más premiados del territorio. «Me da mucha pena, pero ya es hora de descansar. Lo único que me gustaría es que el nuevo propietario siguiera con el negocio», finaliza Anabitarte.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión