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«Turistas que se gastan 50 euros en semillas; 'ladrones' de frutas deshidratadas

– Preguntaste en el barrio quién tenía el teléfono de Juan Sebastián, el nieto de Joxe Mari que nació en Altzo, trabajó en Mocoroa y fundó en 1914 Semillas Élosegui en la calle antiguamente conocida como Puyuelo, la tienda de la remolacha gigante.

– Lo pedí, sí. Pedí el teléfono del hijo de Juan José, de Juanse Élosegui Arzallus. Me lo dieron. Le llamé. Le conté mi idea, mi sueño: quería abrir una tienda de semillas. Aquí, en Lo Viejo.

– Yo te había oído que soñar soñabas con ser uno de los (las) que ponen los nombres a las tormentas, los huracanes y tornados.

– También lo soñé. Supongo que antes de que mi padre, espantado por lo mal estudiante que era, decidiera matricularme en el Politécnico de Hernani y yo le convenciera de que prefería ser interno en Lekaroz. Aceptó, tras jurarle que por fin, me pondría (empezaría) a estudiar.

– Tú, sí. Teniendo en cuenta que en Australia trabajaste como voluntario en diversos programas de conservación y protección de la Naturaleza. Andabas entre cocodrilos, demonios de Tasmania y te pateaste más de una vez las 42 hectáreas del Jardín Botánico George Brown de Darwin.

– Sí, todo eso hice. Y todo eso soñé y todo eso saben de mí mis amigos pero lo que yo le conté a Juanse es que quería abrir un almacén-tienda-boutique de semillas. A granel. Pero claro, necesitaba su ayuda para contactar con proveedores, para saber elegir, para... Lo que nunca pensé es que estuviera abriendo también una tienda de souvenirs...

– ¡¡¡???

– Resulta que aparece por aquí mucho extranjero que puestos a llevarse algo de esta ciudad o de esta tierra, de esta comunidad autónoma o de las otras,desecha la idea de una bola de esas en lasque nieva dentro, un olentzero hecho en China o un sombrero mexicano y prefiere comprar semilas, legumbres o un mix del famoso puré de Élosegui.

– ¿El de lenteja, guisante y haba?

– El mismo. Hubo un viajero que se gastó unos 50 euros en semillas. Muchas eran de las de 'Aleka', esas asociación que rescata, cultiva, comercializa granos o frutos ecológicos. Fíjate de qué tamaño habrá sido el 'boom' que estoy pensando en preparar unas cajas con un surtido muy autóctono: semilla de piparra, de alubia de Tolosa, de tomate de Igeldo, de guisante lágrima de Getaria... El viajero enloquece también por el aceite (navarro, Artajo.- O de La Boquera, con su mermelada de virgen extra y manzana golden). 18 litros se llevaron unos neoyorquinos. Me preguntó cómo los facturarían. Hay otra gente que se emociona cuando se encuentra judías de su tierra: la pilarica zaragozaga, la de La Granja, la arrocera... Y ni te cuento cuando alguien descubre que sí, que el garbanzo negro existe y es muy rico.

–Pero aún no nos has contado qué le pareció a Juanse la idea de Semillas Ureta.

– Le gustó. Vino cargado de nombres de proveedores y es el gran asesor de este negocio, Tengo otros, como los amigos de Castro Pagotxa, distribuidores de semillas, fertilizantes, abonos desde Itziar. Les doy una lata tremenda. Porque la gente viene y me pregunta cómo puede acabar con el gusano del alambre.

– Yo solo concía el de seda.

– Se zampa judias, maíz, patatas, remolacha, lechuga, repollo, cebolla, zanahoria, café, rábano, arroz, algodón. Pero no vayas a confundirlo, con la roya del ajo.

– No tenía la menor intención. Prefiero hablar de ladronzuelos bípedos. ¿Los tienes localizados?

– Absolutamente. Los niños del parque vienen a por 'gozokis' y aquí eso son las frutas deshidratadas. Hay un chavalín que entra, me pregunta '¿puedo robar? le digo que sí, se coge una me da las gracias y se va.