Las salpas «invaden» la playa de La Concha

Es un visitante habitual en los arenales de Donostia durante los meses de invierno y cada año llegan en importantes oleadas de la noche a la mañana creando una espectacular estampa a los paseantes más madrugadores. Hablamos de las salpas, esa especie calcada a las medusas pero que son inofensivas. Este amanecer algunos paseantes y deportistas se han quedado «impresionados» en La Concha de la cantidad de estos invertebrados que ha llegado hasta la playa donostiarra.

«Como todos los días, después de la sesión de gimnasio he ido a darme un baño. Sobre las 8.00, y nos hemos encontrado con esta 'invasión'. Una imagen espectacular, con toda la orilla y el agua plagada de estas salpas», explica Jon Ander Castellón, socio del Atlético San Sebastián y bañista habitual cada mañana en La Concha. Pese a que las salpas son, en principio, inofensivas, la prudencia ha primado entre el grupo de bañistas habituales a primera hora en el arenal donostiarra. «Como parecen medusas, nadie se ha atreviso a meterse en el agua. ¡Es que no se podía ni meter un pie de todas las que había! Creo que es la primera vez que veo que no se baña ninguno de los habituales en La Concha», narra Castellón. Toda prudencia es poca, sobre todo tras los episodios de llegadas de carabelas portuguesas el pasado verano.

El Ayuntamiento de Donostia ha confirmado que se ha detectado una presencia masiva de salpas este amanecer y que han podido llegar por las corrientes. Los socialistas, reponsables del área, explican que la especie solo se ha detectado en La Concha y que durante la mañana se está tratando de retirarlas para dejar limpia la playa lo antes posible.

A pesar de su aspecto gelatinoso y transparente no se trata de especie de la familia de las medusas. Son seres vivos que pertenecen a un grupo animal llamado 'Tunicados'. Son invertebrados, hermafroditas, se reproducen asexualmente y no se les considerada peces.

El hábitat natural de esta especie son tanto los mares ecuatoriales como los fríos y acostumbran a vivir solos aunque también se les puede ver formando grandes colonias en mar abierto. Este invertebrado no es peligroso, todo lo contrario, se encarga de mantener limpio el mar gracias a absorber gran cantidad de CO2. Los expertos del Aquarium de San Sebastián aseguran que las salpas se alimentan de fitoplancton, y cuando hay abundancia se reproducen rápidamente. Su presencia en la orilla de la playa de La Concha puede deberse a que haya «una gran cantidad de fitoplancton» que les haya llevado a salir «de las grandes corrientes» siendo arrastradas por las olas hasta la costa guipuzcoana.

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