«El paseo de La Concha necesitaba más anchura»
Los viandantes comprueban yala ganancia de espacio junto a la nueva barandilla de La Concha una vez retirado el vallado de obra
Falta menos de un mes para que las molestas obras del paseo de La Concha y las calles Zubieta y San Martín acaben, pero ya ... se pueden comprobar algunos de los objetivos que se perseguían. El nuevo tramo de la barandilla está ya colocado y el paseo en esa longitud se ha repavimentado y abierto al público. Aunque en una compleja convivencia con los ciclistas, que no pueden utilizar aún el bidegorri, los viandantes valoraban ayer el «buen aspecto» de la nueva y ampliada acera y convenían en afirmar que la mayor anchura del paseo era una necesidad.
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Todo el recorrido, desde el hotel Londres hasta el túnel bajo el palacio Miramar, está patas arriba a menos de cuatro semanas para que se inaugure la nueva urbanización. Las calles Zubieta y San Martín van a cambiar de sentido de circulación lo que exige una nueva señalización, que ya se está dibujando en sus calzadas. Los trabajos están más adelantados en Zubieta, donde ya se ha colocado la nueva capa de rodadura y se han pintado las señales en algunas manzanas. Los cambios de dirección también llegarán a la calle Arrasate que, a partir de julio, será de entrada hacia el Centro (Urbieta) y no como hasta ahora de salida hacia el Antiguo. Técnicos del Departamento de Proyectos y Obras supervisaban ayer los trabajos con los operarios de la contrata en el cruce de Arrasate con Zubieta, en el vértice de la plaza Zaragoza.
Las claves
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Elena Prieto y Ainhoa Alvarez «Íbamos muy apretados por el paseo en algunos momentos; ahora está muy agradable»
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Cambio de sentido Ya se coloca el nuevo asfalto y la nueva señalización en Zubieta y San Martín
En la calle San Martín se ha eliminado la primera capa de rodadura de la calzada en la primera manzana. Es la zona cero de las obras, la que va desde el hotel Niza a villa Almudena (encuentro del paseo de la Concha con Miraconcha), donde los trabajos con maquinaria se llevan a cabo con mayor intensidad. Primero hay que tapar las nuevas redes de saneamiento y posteriormente dibujar la nueva urbanización, que incluye una conexión del bidegorri de la Concha con el que discurrirá por San Martín.
Las zanjas abiertas plantean dudas de que los trabajos terminen en menos de un mes, pero fuentes municipales explican que el mayor riesgo es «el tiempo que hay que dar al hormigón para que fragüe». Para cumplir los plazos será clave que no llueva en las próximas semanas.
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A partir de este punto y en dirección al Antiguo, los trabajos están muy avanzados. Los 152 metros de nueva barandilla de La Concha ya se han colocado tras haber renovado el muro de costa, construido el nuevo bota-olas y repavimentado el paseo, que ha ganado en anchura gracias a la eliminación de uno de los tres carriles de circulación. Este mayor espacio también se ha aprovechado para prolongar la banda verde de tamarices desde la Perla hasta el túnel, lo que ha permitido recuperar la imagen que tuvo el paseo durante la Belle Epoque. Falta por materializar el nuevo bidegorri, que en julio discurrirá entre la calzada y los tamarices, lo que ahora obliga a los ciclistas a ir a pie (si cumplen las normas) y compartir el ensanchado paseo con los viandantes.
Ainhoa no dudaba en afirmar ayer que el cambio ya «se nota». «En algunos momentos íbamos muy apretados por el paseo y ahora está mucho mejor». Conchi y Joaquín paseaban a su nieta y veían bien las modificaciones. «No andamos mucho en coche y es que la tendencia actual es a menos espacio para el asfalto y más para el peatón», apuntaba él. Elena Prieto y Ainhoa Alvarez también concluían que la zona estaba mucho mejor. «Se ve más amplio, más blanco y limpio. Está muy agradable. Perfecto para el verano, que por aquí se junta mucha gente». También valoraban que el bidegorri va a tener más sección: «Nunca me sentí muy segura al circular por el anterior bidegorri».
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El olor del nuevo aglomerado no molestaba mucho a Juanjo y Rosa, una pareja de jubilados de Ordizia que pasea por la zona: «Está fantástico». La concejala de Obras y Proyectos, Duñike Agirrezabalaga (PSE), afirmó que la obra va como un reloj: «El 7 de julio habrá finalizado todo».
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