El Ayuntamiento costeará la llegada de la fibra óptica a los 300 portales de la Parte Vieja

Así lo comunicó el martes a los administradores de fincas y a los propios vecinos en sendas reuniones celebradas en el museo San Telmo, según explicó la concejala de Barrios y Proyectos Transversales, María Jesús Idoeta (PNV). La sustitución del cable de cobre por la fibra óptica es ya una realidad en la mayor parte de la ciudad. La calidad que ofrece la segunda tecnología es muy superior a la primera: diez veces más velocidad de transmisión, inmunidad frente a las interferencias eléctricas, menor atenuación de la señal (se requieren menos amplificaciones), cable más reducido y con menos peso, mayor seguridad frente a posibles intervenciones de la señal y una tecnología más eficiente (necesita menos voltaje de trabajo). Telefónica tenía unos plazos legales para sustituir sus instalaciones de cobre por las de fibra, pero la complejidad del despliegue en la Parte Vieja obligó a pedir a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) una moratoria de esos plazos para la instalación ubicada en la calle San Marcial (de la que dependía el servicio de la Parte Vieja). La solución se ha demorado porque la protección urbanística de este barrio declarado conjunto monumental y la propia normativa vigente del plan especial impiden llevar el cableado por las fachadas de los edificios. La operación debe conducir la fibra al interior de los portales por debajo del suelo y una vez en la casa los vecinos negociarán con el operador que tengan el contrato cómo conducir el cable a su vivienda o comercio.

Idoeta explicó que durante los últimos meses se han hecho catas en las calles para localizar la conducción telefónica troncal desde donde hay que 'pinchar' el cable para alargarlo hasta cada uno de los 300 portales del barrio (2.632 viviendas). Es decir, el trabajo consiste en llevar la fibra desde la zona pública hasta cada una de las fincas privadas de la Parte Vieja. No es una operación compleja de ejecutar, ni requerirá levantar zanjas, pero sí compleja por la cantidad de departamentos municipales implicados en el proyecto.

Las comunidades de propietarios tienen hasta el 28 de febrero de plazo para autorizar al Ayuntamiento a efectuar esta operación, un requisito fundamental sin el cual no se podrá llevar la conexión hasta el portal. «Si una comunidad no lo autoriza y en el futuro quiere hacerse con esa conexión tendrá que correr todo a su cuenta», explicó la concejala.

Una vez reunidas las autorizaciones, el Ayuntamiento estará en disposición de sacar a licitación las obras. «Tenemos que saber el número de portales que quieren la conexión para conformar el expediente de contratación y evaluar el coste que tendrá la intervención». El gobierno municipal ha dispuesto de una cifra próxima al medio millón de euros para realizar este trabajo, aunque si el porcentaje de portales que quieren la fibra se aleja del 100% el coste será proporcionalmente menor. Para cada portal se ha redactado una ficha para especificar a la contrata cómo se hará la conexión y dónde se colocará el registro de la fibra óptica dentro de la casa.

La estimación que maneja el gobierno municipal es que la licitación se apruebe en marzo y que la obra se adjudique en verano para ejecutarse a partir de septiembre. El plazo que tendrá la empresa que lleve a cabo el despliegue será de unos 6 meses con lo que se espera que esté concluido a finales del próximo invierno.