Dos autobuses articulados de Lurraldebus –uno de ellos ocupando el carril de circulación– coinciden en la parada de Federico García Lorca.

Movilidad solicita a Lurraldebus que no utilice García Lorca como parada terminal

Los vecinos denuncian la contaminación acústica, la inseguridad vial y la intromisión a su intimidad que provocan los buses articulados y turísticos

Jorge F. Mendiola

San Sebastián

Martes, 21 de mayo 2024, 07:07

Las denuncias de los vecinos de Federico García Lorca por los efectos que sobre su salud e intimidad provoca la parada de autobuses situada en ... el número 2 de esta calle llegaron ayer hasta las comisiones de Pleno. Sendas interpelaciones de PP y EHBildu, apoyadas por la presencia en la sesión de dos representantes vecinales, llevaron a la concejala de Movilidad y Transporte Sostenible, Olatz Yarza, a detallar las medidas tomadas por su departamento para tratar de solucionar el problema.

Publicidad

La delegada del PNV se refirió a los servicios articulados de Lurraldebus que tienen en este punto su parada terminal y que permanecen varios minutos detenidos, ocupando incluso uno de los carriles de circulación si coinciden varios autobuses. «Hemos insistido mil veces a la Diputación, que es la institución competente en los autobuses interurbanos, que cambie la parada de regulación de sus líneas o que utilice vehículos más pequeños que puedan entrar en la estación de Atotxa. Esa es la solución y si de mí dependiera, ya estaría arreglado, pero nos dicen que no es posible», señaló Yarza, quien aseguró que los técnicos de Movilidad han analizado y descartado la petición de los vecinos de trasladar esta parada unos metros hacia delante, a la altura del edificio de oficinas de donde parte la pasarela Gladys del Estal. «La anchura de la calzada es insuficiente y además esto anularía la intermodalidad de la zona», justificó la responsable de Movilidad.

Otra posible solución que se ha estudiado es ampliar la actual parada para que quepan dos vehículos articulados y así no invadan el carril de circulación, lo que genera inseguridad vial a los usuarios de los garajes próximos. «Tampoco se puede hacer porque precisamente se bloquearía el acceso a estos garajes y hay una arqueta en el suelo que no se puede mover», argumentó.

Yarza explicó que los agentes de Movilidad realizan una media de dos controles diarios –«280 en lo que va de año»– para evitar que autobuses discrecionales y vehículos particulares utilicen esta parada para cargar y descargar pasajeros, algo totalmente prohibido.

Publicidad

El edil popular Jorge Mota calificó el problema de «grave» y advirtió de que los turistas que esperan aquí a que les recojan «se sientan en las escaleras y barandillas e invaden la privacidad de las viviendas de planta baja».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad