Eje que une la calle Mayor de la Parte Vieja con las calles Hernani y Loiola del Centro.
La ciudad y sus arquitecturas

La importancia de un eje para el patrimonio donostiarra

Calles Hernani y Loiola. Continuando la calle Mayor, formalizan el enlace entre la primera ciudad y el nuevo ensanche

Jose Javier Pi Chevrot

Doctor arquitecto y miembro de la comisión de patrimonio del COAVN de Gipuzkoa

Lunes, 1 de diciembre 2025, 09:33

En un artículo anterior defendiendo el elemento urbano básico que representaba la plaza Cervantes como verdadera rótula entre el 'topos' natural, la Concha, y el ' ... topos' artificial, el ensanche Cortázar de San Sebastián, se indicó que de ella partía hacia el puente de Santa Catalina uno de los dos ejes generadores de dicho ensanche, es decir, de la trama urbana de nuestra ciudad. Trama urbana que, hay que volver a insistir, es el principal y primer patrimonio de que dispone San Sebastián, como lo es el ensanche Cerdá para Barcelona. El segundo eje, formando un ángulo recto con el antes citado es precisamente la calle Mayor-calle Hernani-calle Loiola.

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Es el eje que ha sido escogido, como tan claramente lo expone el arquitecto Antonio Cortázar en la memoria de su anteproyecto de ensanche, para enlazar «la nueva población con la actual», o sea «el centro» con la ciudad intramuros preexistente, hoy conocida como 'parte vieja'. Cortázar lo plantea en el párrafo primero de su memoria: «Dicho enlace y la conveniente dirección de las nuevas calles, evitando los vientos del Noroeste, y procurando que los puntos de vista naturales sean al Levante y Mediodía, son condiciones inseparables una de otra y que a la vez deben dejarse satisfechas… y fácil nos ha sido ver que la calle Mayor las llena todas cumplidamente (las condiciones de buena orientación). Hemos tomado pues esta calle como punto de partida, y su eje nos ha servido para determinar la dirección que han de tener las nuevas».

Calle Loiola, dirección a la catedral del Buen Pastor.

Es tanto más relevante y adecuada esta elección siendo la dirección de la calle Mayor algo desviada en relación con las demás calles verticales del casco antiguo. Esta inclinación viene dada por seguir la calle Mayor el pie de la ladera este de la colina del 'puyuelo', existente entre el puerto y la villa de fundación y rebajada por Ugartemendia tras la destrucción de 1813.

Los datos

  • El eje entre las calles Mayor, Hernani, Loiola y Reyes Católicos Autores: Antonio Cortázar- José Goikoa.

  • Fecha: 1863-1886

En dicha colina se establecieron los primeros asentamientos de nuestra ciudad y es significativo que, conscientemente o no, se recoja de esta manera la memoria de sus orígenes en la nueva trama urbana. Si bien Antonio Cortázar tuvo el mérito de definir los ejes de la nueva trama, todavía quedaba mejorar algunos detalles para poder disfrutar plenamente de ella, tal como lo podemos hacer hoy en día. De ello se encargó el arquitecto José Goikoa y Barkaiztegi, que se incorporó al Ayuntamiento donostiarra en 1870. Gracias a él se descartaría definitivamente la idea de hacer un puerto que se uniría al ferrocarril, reservándose su ubicación en Pasaia, y se dejarían libres de edificios los espacios de Alderdi Eder y del Boulevard. El 20 de enero de 1886 presentaría su proyecto para el remate meridional del ensanche Cortázar, llamado plan de Amara, pero que concernía la parte situada entre la calle San Martín y el Bellas Artes que hoy llamamos 'área romántica', quedando el nombre de Amara para las zonas más al sur.

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Uno de los fotomontajes barajados para la boca del metro.

Goikoa tuvo la inteligencia de percibir la importancia del eje calle Mayor-calle Loiola y lo magnifica. Rechaza el planteamiento anterior de una plaza centrada, más al este, ocupada por un jardín botánico y propone en el mismo eje, tras el cruce con la calle San Martín la ubicación de la Catedral del Buen Pastor, rodeada de jardines. El eje se interrumpe así, acertadamente, prolongándose por detrás con la calle Reyes Católicos, primeramente, llamada calle Isabel la Católica. Y no deja de ser sintomático que esta última porción del eje sea también una de las más populares calles de San Sebastián. Goikoa plantea, frente al espléndido portal de Santa María, «una torre que sea visible desde grandes distancias».

Será la torre portal, centrada y neogótica de la Catedral, y el vis a vis así originado entre los dos templos quedará como uno de las imágenes icónicas referentes de nuestra ciudad. Por acuerdo municipal del 23 de julio de 1895 se decidió ampliar el nombre de calle Loiola, por el de calle de San Ignacio de Loiola, para subrayar su transcendencia.

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Un siglo y medio más tarde nos encontramos con la sorpresa de ver cómo se quiere intercalar entre dicho vis a vis, delante de la mismísima 'torre' planteada por Goikoa, ocupando la centralidad del eje, un acceso a la futura pasante del 'metro'. Sin considerar la idoneidad o no de dicha pasante, no se entiende semejante desatino, a no ser que se quiera demostrar a toda costa lo primordial que es el 'metro' para San Sebastián. Sin embargo, parece que los promotores de la 'performance' se han dado cuenta que han ido demasiado lejos y ahora dicen que se buscará la discreción, reduciendo al máximo el 'impacto visual'. Cualquier arquitecto con un mínimo de sensibilidad y con conocimiento de la historia urbana de San Sebastián hubiera escogido otra solución. Por ejemplo, dos entradas enfrentadas a ambos lados del eje, paralelamente a la calle San Martín, destinada a ser peatonal, en su parte sur y haciendo eco a los pórticos de dicha calle. Hubiera podido ser un bonito ejercicio de diseño, el planteamiento de una especie de propileos, realzando todavía más el eje calle Mayor-calle Loiola.

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